| sábado, 27 de diciembre de 2003 | Los rosarinos defendieron sus banderas La revalorización de lo propio también se dio a nivel local. Sin ir más lejos, podría decirse que este fue el año de Fito Páez. Después de un par de discos fallidos, el rosarino regresó con "Naturaleza sangre", un trabajo más fresco y luminoso. El hit "Salir al sol", cortina del programa "El show de videomatch", lo devolvió a las tribunas populares. En su tierra natal Fito estuvo más presente que nunca: llenó cuatro veces el teatro El Círculo, actuó en el Anfiteatro Humberto de Nito, cantó en el estadio de Rosario Central en la fiesta de cumpleaños del club y hasta se llevó el Magazine de Oro.
Sin embargo, la gran revelación a nivel convocatoria fue Cielo Razzo. A principios de año el grupo recibió un golpe durísimo: su baterista y su escenógrafo murieron en un trágico accidente. Pero la banda decidió seguir adelante y editó su segundo disco, "Código de barras", que resultó tan exitoso como su debut. En vivo el combo convocó a más de dos mil personas en el estadio cubierto de Rosario Central, repitió esa cifra en el Patio de la Madera y se presentó tres noches consecutivas en Federico T, siempre con lleno total. Además se dio el gusto de tocar en el mítico local porteño de Cemento.
El rock local también estuvo presente en las bateas con las nuevas ediciones de Vudú, los Sucesores de la Bestia, Contenido Neto, Chichines, Cuatrillizos Descartables y Dokumentos Por Favor, entre otros. Pero no todas fueron flores para el género. El Festival Rocksario, que reunió a bandas locales y nacionales, terminó en un escándalo por el cambio de lugar, la pobre convocatoria y fallas en la organización.
El tango estuvo representado por los nuevos discos de Leonel Capitano y Omar Torres, mientras que los aires folclóricos se reflejaron en el último álbum de Myriam Cubelos y el jazz local quedó registrado en el primer CD solista del Chivo González. enviar nota por e-mail | | |