Balance 2003. La música argentina impuso sus reglas tras la devaluación

En busca de sonidos propios desde la resurrección del mercado interno

La escasa entrada de artistas internacionales revivió la convocatoria y el interés por las propuestas vernáculas

Sergio Arboleya

La devaluación que prácticamente anuló las multitudinarias visitas internacionales, la vigencia masiva de Luis Miguel, la consagración definitiva de Las Pelotas, el arrastre popular de Los Piojos y el Quilmes Rock Festival marcaron los puntos visibles de un 2003 que, sin embargo, tuvo su nota más saliente en la irrupción de la búsqueda de identidad que impregnó interesantes y diversas expresiones.

El abismo entre aquello que reunió muchedumbres y el trajinado público que en cantidades menos estruendosas pero igualmente importantes fue "parando la oreja", marcó como pocas veces antes las diferencias entre artistas cercanos a los favores mediáticos y otros latiendo en las márgenes con propuestas de gran valor.

Por el lado de las cifras imponentes se anotaron Luis Miguel (unos 135 mil espectadores en tres Vélez y un estadio Córdoba), el Quilmes Rock Festival (más de 100 mil almas en siete jornadas) y Los Piojos (presentaron "Máquina de sangre" en River reuniendo a unos 70 mil fans).

En ese ambiente de popularidad debe consignarse el merecido ascenso de Las Pelotas, el gran año de Los Pericos (varios Luna Park, un par de Gran Rex y una imponente gira nacional) y el par de apariciones de La Renga (en Córdoba y La Plata mostraron "Detonador de sueños").

En las bateas rockeras se produjo una especie de explosión del mercado interno. Nadie se privó de editar su disco. Los veteranos Charly García, Luis Alberto Spinetta, Fito Páez y Pappo regresaron con nuevos compactos. La Renga y Los Piojos volvieron a confirmar su calidad de vendedores de discos. Attaque 77, Babasónicos, Los Auténticos Decadentes, Kapanga, Intoxicados, Almafuerte y Rata Blanca también aportaron novedades.

El 2003 también fue el año de los solistas. Vicentico, Iván Noble, Dante Spinetta y Emmanuel Horvilleur salieron a probar suerte fuera de los grupos en los que se consagraron. Uno de los casos más curiosos fue el de Kevin Johansen, un cantautor de culto que saltó a la masividad a través del hit "Down With My Baby", uno de los temas de la telenovela "Resistiré".

Salvo en el caso de "Antihumano", el extenso y flamante opus de Attaque, el resto de los esperados discos de las principales expresiones del rock local mostraron un nivel que, en el mejor de los casos, evidenció repeticiones. Más allá de la calidad de "Para los árboles", Spinetta se dio el gusto de pasar dos veces por la sala principal del Colón. El rock nacional estuvo de duelo por la inesperada muerte de María Gabriela Epumer. La ex Viudas e Hijas de Roque Enroll era una integrante irremplazable en la banda de Charly García.

A pesar de la devaluación, algunos artistas internacionales llegaron a la Argentina, desde números grandes como Luis Miguel, Maná y Shakira, hasta Bryan Ferry, Café Tacuba, Die Toten Hosen, La Ley y Enrique Bunbury, entre otros. Pero el cronograma del año quedó marcado por una gran desilusión: el plantón de Metallica, que a último momento canceló su show totalmente vendido en River aduciendo "cansancio físico y mental".

En una temporada donde florecieron los cantantes de TV (llegados desde los reality shows "Operación triunfo" y "Escalera a la fama", además del éxito de Erreway), la música argentina latió con brillo gracias a sonoridades que burlaron la división por géneros y, lejos de purezas esquemáticas, se expresaron a través de estupendas performances.

Con aire folclórico se lucieron, entre otros, Liliana Herrero, Falú-Moguilevsky, Barrientos-Orozco, Willy González, Irupé Tarragó Ros, Juan Quintero, Verónica Condomí, Carlos Aguirre, Ernesto Snajer, Mariana Baraj, Topo Encinar y Claudio Sosa. Los Nocheros volvieron a ratificar su popularidad.

Por el lado del tango alumbraron maravillas a través de Pablo Mainetti y Ramiro Gallo; de los grupos con raigambre antigua como 34 Puñaladas, Quinteto Ventarrón y Bardos Cadeneros, y de señales innovadoras y potentes que recurren a lo ciudadano como ambiente de fondo, tales los casos de Pequeña Orquesta Reincidentes, Palo Pandolfo, Angela Tullida, Romina y los Urbanos y Buenos Aires Negro.

Desde un jazz con raíz local, fue el turno de plasmar y ratificar excursiones corporizadas en shows y grabaciones de Escalandrum, Ernesto Jodos Quinteto, El Terceto, Adrián Iaies, Quinteto Urbano, Fernando Tarrés y Marcelo Torres.

Los Piojos juntaron 70 mil personas en River.