Los hijos dispersos

En cinco días, los hijos de Graciela Acosta recordarán el segundo aniversario de su muerte en casas separadas. Los dos más grandes, de 17 y 15 años, están radicados en Granadero Baigorria, donde su madre vivió antes de mudarse al Fonavi Guereño de Villa Gobernador Gálvez; José (13) y Marcelo (10) viven con su abuela; Joana (11) está con una tía y los más chiquitos, Nahuel (7) y Carla (5) residen con su papá. Hoy el nombre de Graciela Acosta está al frente de las causas por las que ella luchaba: designa al movimiento de trabajadores desocupados que integró y a un centro comunitario adonde 120 chicos van todos los días a tomar la leche.