Los Ratones Paranoicos se presentan esta noche en el Patio de la Madera para repasar su historia

"Nunca quisimos ser un envoltorio comercial"

Juanse, el líder de la banda, dijo que, a pesar de las concesiones, el grupo no transó con el mercado

Carolina Taffoni / La Capital

"A nadie le puede gustar ser la cortina de Tinelli", dice Juanse, pero enseguida reconoce: "Si no fuera por eso yo estaría atendiendo un maxiquiosco". Después de 20 años de carrera, el líder de los Ratones Paranoicos no tiene problemas en admitir que el grupo hizo concesiones. Sin embargo, defiende a muerte valores como la coherencia y la integridad artística. La banda que completan Sarcófago (guitarra), Rubén "Roy" Quiroga (batería) y Fabián "Zorrito" Von Quintiero (bajo) se presentará hoy, a las 21.30, en el Patio de la Madera, Córdoba y Cafferata, para repasar esas dos décadas de pura religión rockera.

En charla con Escenario, Juanse se calzó el traje de guerrero solitario y, sin querer dar nombres, cuestionó desde el afán comercial del rock barrial que representan Los Piojos y La Renga hasta la credibilidad de las nuevas bandas stones argentinas.

-¿Qué balance hacés de los 20 años de carrera del grupo?

-Somos una banda que hizo absolutamente todo lo que quiso y más. Hace poco sacamos un EP ("Enigma"), que fue un instrumento del remix de "Enlace" que hizo Diego Ro-K. Fue incursionar en otro aspecto estético, para probar. Gracias a Dios hasta llegamos a ser grandes vendedores de vinilos. Para mí, que compro lo de última generación en vinilo, eso es todo un logro. Hoy el vinilo tiene un valor cultural. El vinilo no era solamente el disquito en la bandeja, era el arte de tapa con un montón de posibilidades de inserción de letras y conceptos.

-Para algunos el vinilo ya es como una reliquia...

-Yo no voy a establecer un orden de valores a partir de esa gente. Si los tengo que analizar a ellos me tengo que tirar abajo de un tren. Esa gente no escucha los temas, consume lo que está mediatizado. No critico lo mediatizado, nosotros también fuimos una banda mediática, pero no con el significado que tiene hoy, que se refleja en esos engendros surgidos de la mente de un jurado de fracasados. Son grupos armados desde una cámara de televisión, no desde el sentimiento de una banda que se junta y crea.

-Pero esas bandas siguen existiendo...

-Pero cuando llegan a tener una mínima ración de éxito se babean frente a la posibilidad de tener el mismo protagonismo de un equipo de fútbol. Eso es gravísimo, al menos para mí. Es lo opuesto a lo que yo apunto. Creo que deberían ser más artesanales. Lamentablemente el rock no está funcionando como un elemento de resistencia. La gran mayoría de los artistas de rock, nacionales e internacionales, ven un Emmy y se ríen, pero ven un Grammy y se derriten. Una banda de rock que se mete ahí, a pedir que te premie una empresa, no tiene retorno.

-¿Y para vos nadie se salva?

-Sí, (Luis Alberto) Spinetta es uno de los que se salva. Está a millones de años luz del resto. Yo sé que él nunca va a corromper lo que hace. También se salvan artistas que ya no están, como Humble Pie, un grupo que nadie recuerda. El rock and roll y el blues en general se salvan.

-¿Es muy diferente tocar rock ahora que a mediados de los 80?

-Sí, hoy las bandas no tienen ni la más mínima oportunidad. Ya nos vamos a ir dando cuenta de a poco. Pero siempre fue complicado. A nosotros nunca nos quisieron. El periodismo nunca nos aceptó. Ahora es fácil decirlo, pero en los años ochenta nuestro estilo no existía. Era un rock and roll clásico pero con un sonido muy particular. Eso nos generó muchos problemas hasta el día de hoy.

-¿Tuvieron que hacer muchas concesiones?

-Sí. A nadie le puede gustar ser la cortina de (Marcelo) Tinelli. Pero era una oportunidad muy grande para tener difusión. Si no fuera por eso yo estaría atendiendo un maxiquiosco. Acá están Charly (García), León Gieco, dos o tres más y el resto tuvimos que atravesar muchas etapas. Pero nosotros no mezclamos la murga, el tango y la cumbia para vender.

-¿Qué opinás de las nuevas bandas inspiradas en los Stones?

-Yo veo muchas bandas inspiradas en nosotros (risas). Esas suenan muy bien, como Los Pulgones. Los Guasones también siguen nuestros pasos a nivel profesional. Hay bandas que han usado la estética de los Stones, pero con nuestras ideas, como los Viejas Locas.

-¿Les cobrarías derecho de autor?

-No. A mí me pasó algo muy gracioso. Un día, hace mucho, tomé un remisse, y el que manejaba era un ex integrante de Viejas Locas, el guitarrista que se fue. Y yo pensaba: "Hay ideas que fueron generadas por este cerebro. Dios mío. Y va a haber muchas más". El pibe me contó que ellos se la pasaban tocando arriba de los discos de los Ratones. Yo reconozco que estuve horas y horas escuchando a los Stones o a Pappo. Pero nosotros siempre dijimos lo que pensábamos, aunque sabíamos que íbamos a tener problemas. Nunca quisimos ser un envoltorio comercial, nunca estuvimos en la transa de quedar bien, la transa de la mediocridad y el mercado. Yo no tengo que ir y decirle a nadie "me gusta lo que hacés". Yo ya vendí, si pretendiera más cosas a nivel comercial y profesional sería un estúpido. Ahora lo único que nos importa es salir a tocar, es lo único que nos interesa.

-Grupos como Intoxicados y La 25 tienen toda una imagen asociada al reviente, ¿los Ratones ya pasaron esa etapa?

-Sí, porque estamos mucho más reventados que ellos (risas). Nunca nos van a alcanzar en eso, jamás, y musicalmente tampoco. El reviente de ellos es artificial, es un reviente producto de la falta de conocimiento. Eso es lo que nos diferencia de ellos. Nosotros sabíamos por qué y cómo, porque estábamos informados, leíamos, escuchábamos música, escribíamos. Yo nunca jamás toqué una fucking computadora para saber nada. Tengo una acá en casa porque mi mujer la usa. Sin embargo, yo le paso la información a todos. No es que defienda sólo a mi generación, pero la verdad es que nosotros la pasamos realmente muy bien, aunque también tuvimos momentos críticos y nos pasamos de rosca.

"A nosotros nunca nos quisieron", dice Juanse.