| sábado, 06 de diciembre de 2003 | Jugar en el Bosque Central visita al Lobo urgido por recuperar el rumbo Mauricio Tallone / Ovación (La Plata - Enviado especial) Muchas veces, y más tratándose de un juego tan versátil como el fútbol, las referencias previas para ubicar un partido pasan a ser una vaguedad, letra muerta que sucumbe ante la realidad. Pero en el caso puntual del encuentro que esta noche, a partir de las 20, Central deberá afrontar ante Gimnasia y Esgrima hay un dato que se presenta inequívoco: para los canallas la parada en el Bosque se ajusta a las previsiones de un choque-filtro, de esos que se transforman en frontera para determinar si el equipo de Russo sigue a la intemperie de su funcionamiento (hace cuatro partidos que no gana) o finalmente se refugia en la recuperación y le da caza al promocionado objetivo de alcanzar los treinta puntos, meta mínima que se había propuesto al inicio del campeonato.
Precisamente los conjuntos que aspiran y focalizan sus ambiciones en esta clase de logros siempre deben mostrar capacidad de sufrimiento, carácter en la adversidad. Graficado con una frase más práctica, hacer de un obstáculo un motivo de superación. Y a la luz de los hechos, Central demostró tener ese patrón de conducta sólo en pasajes del primer segmento del Apertura. Desde aquel agónico triunfo frente a Quilmes en el Gigante, por la 13ª fecha, todo lo que vino después fue la versión más opacada que protagonizaron los de Russo. Por eso otro paso en falso hoy seguramente activará esa pareja explosiva que confabulan la impaciencia y la confusión.
Para colmo, quien se le pondrá enfrente para darle sepultura estadística a las aspiraciones canallas es el renovado Gimnasia conducido por Carlos Timoteo Griguol. Un equipo que está en su punto máximo de autoestima gracias a la cosecha de cuatro triunfos consecutivos y que desde la llegada del Viejo transformó a la confianza en el eje que gobierna cada uno de sus movimientos.
En la pulseada táctica no existen recovecos para pensar un partido entre triperos y canallas cambiándose golpe por golpe. Más allá de que Central hace algunas fechas que no le rinde culto a la pelota asegurada, la contraoferta de Gimnasia no será otra que embarrar el tránsito del medio con el despliegue de Pautasso y González, y hacer que la conducción de las maniobras ofensivas recaigan casi con exclusividad en Madrid.
Separada la hojarasca de los indicios, lo concreto es que Central está obligado a ejercitar su memoria para recuperar su verdadero funcionamiento. Y por el buen andar que registra Gimnasia, la alternativa más redituable que tiene a mano es no perdiéndose en el Bosque. enviar nota por e-mail | | Fotos | | La última vez Messera no fue bien recibido. | | |