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 domingo, 16 de noviembre de 2003

Sectores. El cluster se armó a partir de los ingenieros de grandes compañías. Radiografía de la actividad en Rosario
Genealogía y presente del Polo Tecnológico
Las empresas de software no dejaron de crecer en los últimos años a pesar de la crisis. Ahora apuestan a ganar terreno en el mercado externo

Marcos Cicchirillo / La Capital

Ricardo Marra es un ingeniero en sistemas que se desempeñó en ese área dentro de la siderúrgica Acindar hasta 1991, fecha en que la compañía decidió tercerizar una importante cantidad de sectores, incluido el informático. A partir de ese momento, este profesional rosarino junto a otros compañeros decidieron abrir Assit SA y pasaron a transformarse en proveedores de Acindar.

Al igual que el ejemplo de Marra, numerosos ingenieros que trabajaban en los complejos industriales de la región, desde San Nicolás a Puerto General San Martín, fueron quienes inauguraron los primeros emprendimientos informáticos y de automatización de procesos de Rosario, tras la decisión de las grandes compañías de tercerizar áreas productivas y de servicios a mediados de los 70, cuando comenzaron a cambiar los paradigmas organizativos en la Argentina. Pasaron de empleados jerárquicos a empresarios proveedores de sus antiguos patrones.

Con el paso de los años, ese mismo fenómeno se reprodujo en estas pymes, cuyos cuadros técnicos comenzaron a tomar vuelo propio. Esto es, profesionales que se desempeñaban como mandos medios abrieron sus propias firmas, y al igual que sus progenitores alinearon en sus filas a otros ingenieros y técnicos también provenientes de la universidad y del campo científico.

Este entrecruzamiento dio origen a lo que hoy se conoce como cluster de empresas de software local, productoras de bienes y servicios con alto valor agregado. El crecimiento y la dinámica del sector se revela en sus números: a pesar de la peor crisis económica de la Argentina creció en facturación y en mano de obra (17% el último año). Las proyecciones para el 2004 son "optimistas", según la visión de los propios empresarios.

Un relevamiento realizado por la consultora Innova, a cargo del próximo secretario de la Producción municipal, Eduardo Remolins, a pedido de las firmas locales agrupadas en el Polo Tecnológico Rosario (PTR), entre ellas la del propio Marra, resalta que "el empleo creció más que la media nacional y proporcionalmente más que en Rosario" y que "las empresas lograron aumentar constantemente su facturación" a pesar de la crisis. El trabajo relevó 32 empresas en la ciudad.

En general, las empresas de software locales son poco conocidas por el consumidor final ya que sólo son proveedoras de otras industrias, lo cual se traduce en una característica importante para el sector, ya que "una mejora de la productividad del sector de tecnología genera una serie de externalidades positivas sobre otras empresas y sobre clientes de estas empresas", destaca el informe. Además, tres de cada cuatro empresas encuestadas se fundaron a partir de 1990, de las cuales el 19% lo hizo después de 2000.

El 80% de las empresas desarrollan su actividad principal en el área de software, mientras que el 20% restante se reparte en partes iguales entre las firmas de electrónica, las de comunicación y las que se definen como integradoras.


El cluster tecnológico
La ligazón que existe entre las tecnológicas locales y las principales casas de estudio y organismos científicos no se da prácticamente en ningún otro sector productivo o de servicios en la región. El 63 por ciento de las empresas tiene vinculaciones con la universidades locales, en especial con la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y la Universidad Tecnológica Nacional (UTN).

Un tercio de las firmas tiene vinculaciones con los institutos de investigación y recurren casi todas a las casas de altos estudios para reclutar personal, realizar cursos de capacitación o solicitar asesoramiento.

"Aunque aún no se verifican formas más avanzadas de vinculación entre empresas y universidades, como el financiamiento de programas de investigación o la cooperación para el desarrollo de productos, la evidencia encontrada muestra la importancia central de la existencia del sistema universitario local para el surgimiento y crecimiento de las empresas", destaca el relevamiento.

El 90% de los dueños de las empresas culminaron estudios universitarios y en un porcentaje similar el personal que se desempeña en este tipo de empresas, lo que las transforma en uno de los escasos sectores de la región que demandan casi exclusivamente empleados altamente calificados.

Otro aspecto que muestra esta concepción de cluster tecnológico es que 56% de las empresas tienen como proveedores a otras firmas del sector, mientras que el 44% tiene como clientes a otros empresas del rubro, y que no son consumidores finales.


Los exploradores
La conformación de un cluster refuerza las potencialidades de las empresas locales como demuestra el dossier: casi seis de cada diez empresas son o fueron proveedoras de las compañías donde antes se desempeñaban los emprendedores que la fundaron.

"Este fenómeno de interdependencia entre las empresas que antes eran empleadoras del empleador y la nueva empresa fundada por éste fue particularmente más intenso en el caso de las empresas fundadas hasta 1989", señala el trabajo.

En este caso, el 56% de las empresas de software relevadas aún hoy con proveedoras de la empresas de la cual surgió el emprendedor y el 22% lo había tenido como cliente en el pasado. En general esas corporaciones son de alcance nacional o internacional, una escala que les permitió dar los primeros pasos gracias al flujo de trabajo.

En cambio, en la segunda ola de creación de empresas que se dio a partir de 2000, en el 67% de los casos no arrancó o se transformó como proveedor de la empresa en la que desempeñaba, pero si se llevó clientes de sus antiguos empleadores.

Por otra parte, existe una gran heterogeneidad respecto al tamaño de las firmas: 62% son consideradas pequeñas (tienen menos de 25 empleados); el 28% son medianas y el 10% son encolumnadas como grandes (más de 50 trabajadores). Por nivel de facturación, el 25% factura menos de 250 mil pesos; el 39% entre 250 mil y un millón de pesos; y el 36% por encima del millón.


Grado de especialización
En un gran porcentaje las empresas de software local están orientadas a la venta de servicios y productos a medida. El 78% de las empresas definió como su principal producto los servicios, los productos a medida o una combinación de ambos, según el informe. El servicio más ofrecido por las empresas es la consultoría informática en diferentes áreas.

En base a los productos ofrecidos, también los servicios ocupan un lugar relevante: el 81% de las firmas ofrece algún tipo de servicio al mercado. El 66% oferta productos a medida, mientras que la mitad de empresas manifestó vender productos semi-enlatados.

Un dato destacado es que de las tecnológicas que exportan, la mayoría sólo vende trajes a medida. En este sentido, las desarrolladoras locales que colocaron productos en el exterior representan el 28% de las firmas de la región. En 2002, las ventas en terceros mercados alcanzaron los 178 mil dólares y se prevé para este año que se cierren operaciones cercanas a los 800 mil dólares, lo que multiplicaría por más de cuatro las ventas en el extranjero.

Sobre este punto, el trabajo resalta que el crecimiento de las exportaciones no será factible si no se buscan nuevas estrategias de internacionalización, como la utilización de los canales de grandes empresas o la asociación de empresas del sector para ofrecer en forma conjunta los productos en el exterior.

Hasta ahora las ventas en el exterior están centradas en el Mercosur y América latina. De todas formas, los empresarios apuestan a hacer pie en España, como plataforma para ingresar en Europa y tienen avanzados contactos con Japón para intentar llegar a la isla del Pacífico.

Una de las ventajas competitivas que destacan a favor de las firmas locales de software son sus costos laborales: entre un 33% y 53% menores a los de Buenos Aires y mayor respecto de los países desarrollados. Y que es el principal costo para las empresas de servicios de estas características.

De todas formas, el principal factor competitivo es el nivel de mano de obra, la cual está altamente calificada, antes aún que los costos laborales, que está en un tercer lugar detrás del factor "creativo" de los trabajadores.

Los empresarios relevados se muestran optimistas sobre el futuro mediato del sector, donde esperan apuntalar las relaciones con otros sectores de la región como son el campo y la biotecnología asociada a la agroindustria, así como las exportaciones a otros mercados como Japón y Europa.

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Crecieron en facturación a pesar de la crisis.

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