| sábado, 15 de noviembre de 2003 | Hilton: la cuota que colmó el vaso Como todos los años, la distribución de la cuota Hilton de 28 mil toneladas de cortes especiales a la Unión Europea, encendió las disputas en el sector frigorífico. Sin embargo, el hecho de que la mitad del cupo para el período 2002/2003 se haya adjudicado o reservado en virtud de medidas judiciales terminó de poner en crisis a todo el sistema.
La guerra de medidas cautelares, desde frigoríficos concursados hasta frigoríficos excluidos por razones sanitarias, pasando por frigoríficos que se presentan a la Justicia argumentando que es para defenderse de las cautelares de los otros, convirtió la crema del negocio exportador en Argentina en un verdadero aquelarre.
El tema no es menor debido a que precisamente el país está bajo observación en el mercado internacional desde la crisis de la aftosa, y no solamente por el rebrote de la enfermedad en 2001 sino por el recelo internacional a los mecanismos institucionales que regulan el negocio ganadero en su conjunto.
Brasil, casi sin cuota Hilton, está por convertirse en el primer exportador mundial de carne. Uruguay, con un cupo de apenas 5 mil toneladas, exporta no sólo a la Unión Europea sino a Estados Unidos, Canadá y otros mercados. El cupo Hilton le permite a los exportadores argentinos ingresar con productos cárnicos a Europa con un diferencial de precios varias veces superior al que se recibe cuando se exporta por fuera de la cuota.
Lo que parece un beneficio se transformó casi en una herramienta de distorsión del negocio, con denuncias cruzadas de concentración, influencias políticas y negociados. Mientras tanto, la tan promocionada carne de las pampas sigue jugando en segunda división en el mercado internacional.
En el caso de la provincia de Santa Fe, el último reparto de la cuota la perjudicó con una caída superior al 45% en el porcentaje de cupo que reciben las plantas instaladas en su territorio. La polémica cruzó también a las cámaras frigoríficas, algunas de las cuales pidieron la anulación de la última resolución firmada por el secretario de Agricultura, Miguel Campos.
Cuando se habla de sojificación y de desplazamiento de la ganadería, convendría tomar en cuenta que el éxito de la soja no deriva sólo de un paquete tecnológico y de un aumento de la demanda externa. En parte, tiene que ver con la defección de otras cadenas productivas en la tarea de transparentar y llevar certidumbre institucional a sus propios operadores. enviar nota por e-mail | | |