The End, la banda que recrea en vivo la música de Pink Floyd, se presenta hoy en el teatro Broadway

El líder del combo, Gorgui Moffatt, dijo que los ayuda el hecho de que Floyd no haya tocado en el país

Carolina Taffoni / La Capital

Después de que a mediados de los 90 se frustrara definitivamente la esperada visita de Pink Floyd a la Argentina, los fans del grupo que entonces lideraba David Gilmour se tuvieron que conformar con mirar los espectaculares shows de la banda por TV. Sin embargo, desde hace unos años, los seguidores de los creadores de "Dark Side Of The Moon" y "The Wall", tienen un refugio seguro para concretar la gran fantasía de ver a Floyd en vivo.

En mayo pasado el grupo The End llenó el teatro Gran Rex de Buenos Aires con un show que recrea lo mejor de Pink Floyd en directo. La banda porteña sorprendió a la crítica con su imponente puesta visual y sus cuidadas versiones de clásicos como "Wish You Were Here", "Another Brick In The Wall" y "Shine On You Crazy Diamond". Ese es el espectáculo que The End presentará hoy, a las 21, en el teatro Broadway, San Lorenzo 1223.

La banda integrada por Gorgui Moffatt (voz), Gastón Guillén (batería), Gustavo Guillén (guitarras), Juan Pablo Guillén (bajo), Carlos Kleppe (teclados y guitarra), Hernán Simó (piano) y Alejandra Peralta y Natalia Del Castillo (coros) se formó en 1990 y desde entonces su convocatoria viene en aumento. También editó dos discos, "La naturaleza de las cosas" y "Tensión de desequilibrio", con temas propios.

En diálogo con Escenario, Gorgui Moffatt, el líder del combo, aseguró que la banda no busca imitar a Pink Floyd, sino que interpreta su música respetando las versiones originales y el estilo visual de sus espectáculos.

-¿Cómo se definen?

-No podemos decir que no somos una banda de covers porque hacemos música de otros. Esa etiqueta no nos ofende. Los covers nos llenan de orgullo. Nosotros interpretamos música de Pink Floyd, pero nunca nos convertimos en unos imitadores. Siempre ponemos como ejemplo a The Beats. Ellos imitan en todo sentido, y hasta se llaman por los nombres de los Beatles. Se ponen la misma ropa y se peinan igual que los Beatles. Nosotros no somos así. Interpretamos a Floyd y le agregamos nuestro toque, lo que no significa que cambiemos los temas.

-¿Respetan al pie de la letra las versiones originales?

-Sí. En la banda son todos músicos espectaculares. Hacen un estudio minucioso de los sonidos, de cada sonido. Si escuchás un disco de Floyd detenidamente, percibís tantas cosas atrás que te impresionás. Cada sonido de guitarra que escuchás en nuestro show está completamente estudiado.

-Y el espectáculo reproduce los últimos grandes shows de Floyd...

-Sí. Nosotros consideramos que Floyd no es sólo música. Los shows que hacen los tipos entran por todos los sentidos. Eso lo tratamos de mantener. Usamos luces robotizadas y pantallas de video. Mucho de nuestro público es gente que acompaña a fanáticos, y todos salen contentos del show porque es un espectáculo supercompleto.

-¿Cómo nació la banda?

-Nació en 1990 y hacía música de otros grupos además de Floyd, siempre en el estilo sinfónico, como Supertramp, Marillion y Genesis. En un momento determinado nos tuvimos que definir porque no queríamos ser un híbrido. Elegimos a Pink Floyd porque era la banda que más nos gustaba a la mayoría y era lo que nos salía mejor.

-La carrera de Pink Floyd se divide en tres etapas, ¿a cuál se acercan ustedes?

-Lo que más hacemos es de "El lado oscuro de la luna" en adelante. Es lo más conocido por la gente en general, aunque sabemos que los fanáticos de Floyd te van a pedir temas más viejos.

-¿Por qué el período de Syd Barrett no es considerado?

-Porque es mucho más psicodélico y volado. A nosotros nos gustan temas de esa época, más temas que discos enteros, porque algunos son difíciles de digerir. Pero casi nunca los hacemos en vivo. Pensamos mucho en el público que nos viene a ver y tratamos de conformar a la mayoría. No es fácil.

-¿Qué opinás del Floyd que rearmó David Gilmour?

-A mí particularmente me gusta, pero se nota que le falta la cabeza de (Roger) Waters. Los discos que fueron creados por Waters, sobre todo "The Wall" y "The Final Cut", me parecen insuperables.

-¿Tu voz se parece a la de Waters?

-No, para nada, y no trato de imitarla. Yo uso mi tono de voz, no hago una impostación, y es una de las primeras diferencias que nota la gente. Pero cuando me comparan dicen que me parezco más a Waters que a Gilmour.

-¿Qué discos dejan fuera del repertorio?

-No tenemos determinados discos que dejamos afuera. En escena somos casi diez personas y entre todos votamos los temas para los recitales. En Rosario vamos a hacer clásicos de "Dark Side Of The Moon", "Animals", "The Wall", "The Final Cut" y "The Division Bell".

-¿Cómo son los temas propios de la banda, también tienen influencias de Floyd?

-El primer disco no tanto, el segundo ya sí, tiene más influencias sinfónicas. Pero la gente tiene que entender que nosotros no somos Floyd, y si compusiéramos como ellos estaríamos en otro lado (risas). Nuestros temas pertenecen a un género que se podría llamar pop sinfónico.

-¿Es más rentable hacer temas de Floyd que de otros grupos del estilo sinfónico?

-En cantidad de público sí, porque los fans de Floyd son muy fieles. En general es así todo el público del rock sinfónico. Lo que también nos ayuda es que es difícil que Floyd vuelva a tocar en vivo. La gente sabe eso y no le queda otra que ir a ver bandas que hacen su música.

-Entonces para ustedes es mejor que no vengan nunca...

-Si me das a elegir prefiero que vengan, toda la vida (risas). Lo más cercano que vi fue el recital de Roger Waters en Vélez el año pasado. Fue alucinante, estábamos en la fila ocho. Durante mucho tiempo estuvimos juntando la plata para ir. Ahí aprovechamos para repartir volantes, y mucha gente nos sigue desde entonces. El guitarrista fue el único que vio a Floyd en vivo, en un show en Tampa, Estados Unidos. Pero no hacemos música de Floyd porque sabemos que no van a venir, o porque nos convenga, lo hacemos porque nos gusta.

The End se formó en 1990.