La lluvia puso en duda el partido

El diluvio que se desató pasadas las 16 en esta localidad y que duró casi toda la noche generó dudas de que se jugara el encuentro. Tan es así que a las 19.30 el árbitro Darío Maccarone ingresó al campo de juego, que recorrió en todos los sectores para determinar en qué condiciones se encontraba. Después del reconocimiento, el juez dictaminó que el choque se llevara a cabo ya que el muy buen terreno respondió de manera excelente.

Si bien los locales insinuaron postergarlo, el exigente calendario de la B Nacional no otorga demasiadas fechas como para buscar un nuevo día, por eso los tirolenses quisieron jugarlo.

"Ya que estamos acá vamos a jugarlo", dijo el Colorado Vacaría cuando también ingresó a la cancha junto a Hugo Romeo Guerra y Gustavo Dueña para reconocer el terreno.

La incesante lluvia impidió que un gran número de hinchas del Globo que habitualmente acompañan a su equipo se hicieran presentes en el estadio de Huracán. Apenas algunos grupitos de simpatizantes encapuchados con pilotos, paraguas y toda indumentaria posible para evitar mojarse le hicieron frente al agua que caía impiadosamente en el estadio.

Los dirigentes locales esperaban recaudar algo de dinero con este partido, más aún después de saber que tanto la CAI como Instituto (dos que pelean en la cima) habían caído en sus respectivas presentaciones y un buen resultado ante los Tigres de Ludueña los ubicaría más cerca de los punteros.