| miércoles, 12 de noviembre de 2003 | Tiro rescató un empate con actitud Perdía frente a Huracán de Tres Arroyos por 3 a 0 pero reaccionó y consiguió un punto valioso Luis Castro / La Capital ¿Cómo explicar este empate para que sea entendido claramente? La justificación más sencilla reside en que hubo dos partidos. Uno lo ganó Huracán en el primer tiempo y el otro se lo quedó Tiro Federal. El Globo mostró una actitud en el capítulo inicial y sacó provecho de ella por la apatía futbolística de los Tigres. Pero en el segundo, el equipo local la dejó en el vestuario y los rosarinos mostraron un juego que los llevó a equilibrar un encuentro que parecía liquidado. Y todo eso gracias a que Teglia se dio cuenta de cambiar a tiempo haciendo ingresar a un movedizo Romano.
Goleó Huracán. Las buenas noticias que habían recibido los del Globo en el vestuario con la caída de los de arriba llenaron de ilusión a los jugadores. Con esos datos Huracán salió decidido a marcar la diferencia desde el arranque. Y lo consiguió. Sólo bastaron 3 minutos para que Claudio García rompiera el off side y gritara el primer gol. Tiro era una sombra que deambulaba por el estadio Roberto Botino. No había conductores y nadie lograba frenar los embates del anfitrión. Tan descontrolado estaban los Tigres que hasta se embarullaban solos, como cuando Chávez en su intento por despejar casi bate a su propio arquero.
La defensa tirolense hacía agua. Y no era sólo por la persistente lluvia, sino porque el local justificaba con fútbol su superioridad. Huracán merodeaba incesantemente el área de Misetich, y pasada la media hora Pérez se lo llevó puesto a Palacio cometiéndole un claro penal que Galván se encargó de cambiarlo por gol.
El Globo no se conformaba y quería liquidarlo rápido. Y otra vez Claudio García se hizo presente en el marcador con un golazo desde 40 metros e inmediatamente Morales descontó para achicar la amplia diferencia.
Goleó el Tigre. Cambiar el destino de un partido como el que se había presentado parecía imposible. Pero Teglia mandó a Romano a la cancha y el chiquitito se encargó de darle juego al equipo. Se puso el conjunto al hombro y generó más de un problema en la defensa local que no encontraba la fórmula adecuada para frenarlo. Morales otra vez de cabeza sorprendió a los pocos hinchas del Globo y le puso tensión y emoción al duelo. Huracán ya no era el de antes. Daba ventajas en todas partes y no encontraba su fútbol. Y esas ventajas fueron aprovechadas por los tirolenses que a través de Vacaría consiguió una igualdad a esa altura merecida.
Tiro pasó del papelón y la tristeza a la alegría. Mostró dos caras en un partido y con lo que realizó en el segundo tiempo rescató un punto que esta vez fue muy valioso. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Marinelli no llega a un cruce. | | |