El ministro de Economía dijo que los tiempos de definición los fijará Kirchner

Lavagna respaldó un aumento de tarifas pero dijo que él no decide

El jefe de Hacienda avaló en el coloquio de Idea subas para electricidad y gas, pero aclaró que no serán inminentes

El ministro de Economía, Roberto Lavagna, manifestó anoche su convencimiento de que las tarifas de energía eléctrica y gas deben ser aumentadas, aunque aclaró que esos incrementos no serán inmediatos y que dependen de los tiempos políticos que maneja el presidente Néstor Kirchner.

Lavagna rechazó además cualquier tipo de flexibilización en los términos de la negociación de la deuda con los acreedores privados, al hablar ante medio millar de empresarios que asistieron al cierre del 39º Coloquio del Instituto para el Desarrollo Empresario de la Argentina (Idea) que se desarrolló en Mar del Plata.

El ministro recordó que el año pasado él impulsó dos decretos para un aumento de tarifas "a cuenta" de la renegociación de los contratos para las empresas de electricidad y gas, pero destacó también que en corredores viales y telefonía las tarifas se mantienen sin cambios.

"En cuanto al gas y la electricidad no he cambiado de opinión. Mande dos decretos pidiendo ajustes, y la justicia los paró. Ahora hay una ley que permite modificar las tarifas y yo creo que habría que hacer algunos ajustes", respondió Lavagna ante una pregunta del auditorio.

Sin embargo, destacó que un eventual ajuste no se si será inminente, porque hay responsabilidades compartidas y hay una decisión del momento político que la toma el presidente Kirchner.

Lavagna destacó que la actual situación de las empresas privatizadas es marcadamente diferente a la de 2002, cuando cayeron un millón de líneas telefónicas y se robaban los cables. "Ahora, las ganancias en promedio en cada uno de los sectores son más altas que en mercados similares y que de los mercados desarrollados. También es cierto que nuestras necesidades de inversiones son más altas y tienen un endeudamiento grande en dólares", precisó.

"La bolsa de las privatizadas ya no es más una bolsa, porque ya no están todas en una situación de emergencia. Así las telefónicas no reclaman aumento de tarifas, y hay 15 contratos de corredores viales que fueron concesionados y ninguno pidió aumento de tarifas", agregó Lavagna. Además recordó que el incremento tarifario se intentó hacer por decreto y que como la Justicia lo paró se mandó una ley al Congreso.

El ministro de Economía invitó a los empresarios a que le formularan las preguntas luego de hacer un breve discurso introductorio donde marcó las figuras de Julio Roca, Hipólito Yrigoyen, Juan Domingo Perón y Arturo Frondizi, como hitos en el desarrollo económico y social del país.

En esa oportunidad, Lavagna criticó a los opinadores que han corrido los pronósticos tremendistas para el 2005 o 2006, porque ya el 2004 no podía ser. El ministro citó a José Enrique Miguens, quien destacó "el desfase entre los que se consideran orientadores de la opinión pública y quienes quieren orientar".

En otro aspecto, agregó que terminado el proceso de compensaciones que el gobierno ha dado por la pesificación asimétrica, los bancos entienden que la única manera de recuperarse es actuando como bancos. En ese sentido, aseguró que las entidades están lanzando programas de crédito y estimó que "en 18 meses vamos a encontrar un sistema financiero distinto".

Lavagna volvió a defender la quita del 75 por ciento de los bonos de deuda argentino al indicar que la propuesta que se ha hecho hace compatible las necesidades internas y de superávit con los compromisos externos.

En materia fiscal, indicó que en el último año hubo una recuperación de un punto en el IVA como consecuencia de la lucha contra la evasión, que equivale a 2.800 millones de pesos.

A la hora de las preguntas, Lavagna reiteró que Argentina no puede morigerar su propuesta de un recorte del 75 por ciento en los 94.300 millones de dólares de deuda que tiene en cesación de pagos con el sector privado, tal como lo sugirieron empresarios y economistas liberales, para lograr rápido nuevos créditos.

"Si la idea es hacer como en el megacanje, no nos interesa. No nos interesa arreglar algo para ahora y dentro de dos años declarar otra vez el default", recalcó tajante el ministro y destacó que un superávit fiscal del 3 por ciento del PBI "es un esfuerzo enorme" para una sociedad atravesada por la crisis.

Lavagna dijo que en esta negociación del lado de los acreedores hay tres actores. "Por un lado los fondos buitres, con sofisticación legal y otras inversiones, en el otro extremo todos los miles de individuos que no tienen nada de eso y que fueron en algunos casos inducidos a comprar los bonos como en el caso de japoneses, algunos agricultores, que buscaban asegurar una jubilación, y entre medio los bancos",

"Estos bancos saben que esta deuda argentina es inmanejable y entienden que la propuesta podrá sonar un poco dura pero con bases reales", agregó.


Empleo e inversión
Antes de estas apreciaciones, Lavagna ironizó sobre cierto malestar que dicen tener algunos empresarios, que aseguran que no hay inversión ni nuevos empleos y que los desocupados son gente sin calificación.

"Yo no soy psicólogo empresario, puedo reconocer que existen algunas dudas sobre un gobierno que recién comienza, pero los datos indican que la tasa de inversión crece al 35 por ciento y se ha creado un millón de puestos de trabajo, sin contar los planes jefas y jefes", subrayó el jefe del Palacio de Hacienda.

Lavagna cambió el tono y con firmeza aseguró que "no es cierto que los recursos humanos que están desocupados sean sólo gente sin calificación. Existe una gran cantidad de profesionales, muchos de ellos jóvenes, que no tienen trabajo", señaló.

"No es una limitante la cantidad de profesionales, puede haber alguna limitante por falta de calidad, pero todos tienen una gran capacidad de adaptación para aprender", agregó y aseguró que el desempleo masivo "será absorbido a través del crecimiento de la economía".

Lavagna defendió la negociación de la deuda.