Una pinchadura que beneficiaría al juez Bergés

El teléfono intervenido por el juez Mariano Bergés, en el que grabó conversaciones del senador Luis Barrionuevo, no está a nombre del presidente de Chacarita Juniors, confirmaron ayer fuentes judiciales.

Pero ese dato, que en teoría podría beneficiar al juez Bergés -denunciado ante la Justicia federal por presunto abuso de autoridad en esta causa- tiene una segunda lectura: la línea está, efectivamente, en la casa de Barrionuevo.

La vivienda, situada en la localidad bonaerense de Villa Ballester, figura a nombre de la diputada Graciela Camaño, esposa de Barrionuevo, y el titular de Chacarita vive efectivamente allí.

Pero el teléfono figura a nombre de Abraham Awada -el empresario textil que cobró notoriedad cuando fue secuestrado el 20 de agosto de 2001 y liberado seis días después- a quien, según las fuentes, el matrimonio Barrionuevo le habría comprado la casa.

Allegados a Barrionuevo dijeron que "el juez Bergés no podía desconocer que ese teléfono era el de Barrionuevo, aunque no figurara a su nombre. En el segundo o tercer cuerpo del expediente, a fojas 400 más o menos, figuran las desgrabaciones de los tres primeros cassettes, en los que queda claro que la casa es la de Barrionuevo".

El número telefónico en cuestión, el 4768-3..., es el mismo que aparece repetidamente en el expediente, en desgrabaciones consignadas en papel para fax remitidos por la Side como informes de las escuchas.

A ese mismo teléfono se comunicó, según consta en el expediente, un periodista para pautar una entrevista con Barrionuevo.

En el marco de la causa, por otra parte, el titular del Programa de Seguridad en Espectáculos Futbolísticos, Javier Castrilli, presentó ante el juez Bergés un informe detallado sobre todos los viajes realizados al exterior por equipos locales y la selección nacional para disputar la Copa Libertadores de América, Copa Sudamericana, eliminatorias y el Mundial 2002, ante la suposición de que barrabravas habrían participado de esos viajes.