| miércoles, 22 de octubre de 2003 | Quedó conformado el Colegio Cardenalicio que elegirá al próximo Pontífice El Papa creó 31 nuevos cardenales En la lista figuran un mexicano, un brasileño y un guatelmateco. Bergoglio será el único elector argentino Juan Pablo II creó (tal el término eclesial utilizado para estos casos) treinta y un nuevos cardenales en el noveno consistorio de su pontificado, que se celebró ayer en la Plaza de San Pedro. Con la designación de los cardenales el Colegio Cardenalicio está integrado ahora por 135 purpurados de menos de 80 años, quienes son los que están facultados para participar en la futura elección de un nuevo Papa. Argentina tendrá un sólo elector en un futuro cónclave para elegir al sucesor. Se trata del arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Bergoglio, considerado en varias oportunidades como "papable" entre quienes provienen de América latina.
No obstante otro argentino, el arzobispo Leonardo Sandri, número tres en la Santa Sede, tuvo un papel protagónico en la ceremonia de ayer al leer la homilía en la que el Pontífice instó a los flamantes purpurados a "hacerse siervos humildes y desinteresados de los hermanos, huyendo de toda tentación de hacer carrera y de beneficiarse personalmente".
La lista incluye un nuevo purpurado para cada una de las siguientes naciones: México, Brasil, Guatemala, Estados Unidos, Nigeria, Sudán, Escocia, Ghana, India, Australia, Croacia, Vietnam, Hungría, Canadá, Japón, Suiza, Bélgica, Polonia y República Checa. Además, nombró a seis de Italia, dos de España y tres de Francia.
También se anunció el nombramiento de un cardenal "in pectore", o sea en reserva por encontrarse en algún país en el que los cristianos tienen dificultades.
Entre los de América están el brasileño Eusebio Oscar Scheid, arzobispo de San Sebastián de Río de Janeiro; el mexicano Javier Javier Lozano Barragán, presidente del Consejo Pontificio para la Pastoral de la Salud, y el arzobispo de Ciudad de Guatemala, Rodolfo Quezada Toruño.
Mientras que los españoles son Carlos Amigo Vallejo, arzobispo de Sevilla, y Julián Herranz (el segundo purpurado perteneciente al Opus Dei que tiene el Colegio Cardenalicio). Los norteamericanos son los actuales arzobispos de Filadelfia (Estados Unidos) y de Québec (Canadá).
Si bien los cardenales italianos Dionisio Tettamanzi (Milán) y Giovanni Battista Ré son considerados los máximos "candidatos" a dirigir los destinos de la Iglesia Católica, desde algunos sectores vaticanos se sugiere que hay que revisar atentamente la lista de flamantes purpurados, dado que el propio Juan Pablo II dio a entender que su sucesor todavía no era cardenal.
En este grupo se anotan con fuerza Angelo Scola, patriarca de Venecia; Tarcisio Bertone, arzobispo de Génova, y un hasta hoy desconocido sacerdote dominico de origen suizo, George Cotter.
Con el consistorio de ayer el número de cardenales con derecho a voto -menores de 80 años- es de 135, una cifra muy superior a los 120 que siempre se tuvo como máximo, con el agregado de que el 97 por ciento han sido creados por Juan Pablo II.
El resto de los purpurados argentinos -Raúl Primatesta, Juan Carlos Aramburu y Jorge Mejía- no podrá acceder a esa instancia por superar el límite de 80 años que establece el Código de Derecho Canónico para estos casos.
Los últimos argentinos en alcanzar la púrpura cardenalicia fueron Bergoglio y Mejía al participar del consistorio del 21 de febrero de 2001.
En tanto los restantes cardenales locales fueron Santiago Copello (1939), Antonio Caggiano, Nicolás Fasolino (1967), Raúl Primatesta (1973), Juan Carlos Aramburu (1976), Eduardo Pironio (1978) -quien las crónicas vaticanos señalan como el argentino que más chances tuvo de ser Papa- y Antonio Quarracino (1991). (DYN, AFP y DPA) enviar nota por e-mail | | Fotos | | Juan Pablo II habló ante los purpurados. | | |