| sábado, 04 de octubre de 2003 | La integración como valor educativo Para María José Borsani, terapista ocupacional y autora de libros sobre esta problemática, si bien en un comienzo la escuela argentina fue erigida sobre los principios de la homogeneización, considera que aún así, la institución escolar es inclusiva. También aseguró que Rosario es pionera en el tema de integración.
Su visión se argumenta en los distintos movimientos que la escuela común argentina protagonizó a lo largo de la historia. "En Rosario se encuentran los primeros antecedentes formales de integración en la década del 50, cuando se incorporaron a la escuela los discapacitados motores, producto de la fuerte epidemia de poliomielitis que hubo en esa época", relató.
Otro movimiento fuerte citado por Borsani fue el que se registró en la década del 70 y principios de los 80, cuando se abrieron las puertas de las escuelas comunes a niños con trastornos sensoriales y mentales leves, que luego derivó en la integración a chicos con discapacidad.
"En los 90 hubo que redimensionar el valor de la exclusión ya que no hay sólo que incorporar la discapacidad sino también la diversidad, producto de la grave crisis que está transitando el país", indicó Borsani.
Para la especialista, si bien todavía tienen vigencia esos principios homogenizadores que señaló en un comienzo, hay escuelas muy valiosas que han tomado la decisión de que no sea la institución escolar la que deserta de su población. "La escuela se está haciendo cargo. La que no puede pensar en la diversidad de su alumnado es la que provoca el proceso de exclusión", explicó.
Por eso hizo hincapié en la necesidad de políticas educativas que inviertan y contemplen además de la igualdad, la equidad. "La diversidad no constituye un problema, es una posibilidad, un valor educativo". enviar nota por e-mail | | |