 | lunes, 29 de septiembre de 2003 | Un cercano antecedente El motín que se desató la tarde de anteayer en la cárcel de Coronda repitió el mismo patrón que el alzamiento producido el 15 de marzo pasado y que involucró a toda la población del penal. Entonces, 1.500 internos tuvieron durante 18 horas el control de las instalaciones, que terminaron destruidas en un 95 por ciento. Los incidentes sucedieron al asesinato de dos presos por conflictos con grupos antagónicos. Las causas que dieron origen a la revuelta, según la Coordinadora de Trabajo Carcelario, no diferían de las invocadas para explicar este nuevo amotinamiento: el trato represivo de los guardias y la falta de un canal de diálogo para viabilizar los reclamos.
El conflicto se resolvió con la firma de un acuerdo entre los detenidos y las autoridades para que no se produjeran represalias y una audiencia con el director de la cárcel. Pero los conflictos siguieron latentes: el 2 de julio fue apuñalado Ernesto Marcos López y tres días después hubo seis heridos en un enfrentamiento. Un informe dado a conocer en julio por la Coordinadora daba cuenta de que 38 presos habían muerto entre 1999 y 2002 en los penales de la provincia. enviar nota por e-mail | | |