| domingo, 28 de septiembre de 2003 | La práctica: El viento arruinó los planes Duró más el viaje de ida y vuelta desde el Córdoba Plaza Hotel hasta el predio de Instituto, que la práctica en sí. El plantel de Rosario Central se movió muy poco ayer en territorio cordobés debido al clima adverso que hacía muy difícil realizar un trabajo normal, sobre todo porque el viento que irrumpió a la tarde sorprendió a todos y el descampado del campo de deportes de la Gloria ayudó a que ninguno encontrara un buen reparo.
Con la temperatura primaveral que reinó hasta pasado el mediodía nadie podía pensar que se viniera semejante tormenta de viento. Aunque no hubo lluvia, lo cual le ahorró a los encargados de la delegación encontrar un sitio bajo techo (no había disponibles de los que se buscaron), lo cierto es que las ráfagas no sólo transformaron la tarde en invernal, sino que la mayoría no traía el abrigo necesario para soportarla, ya que una campera o un buzo no eran suficientes. Sólo los jugadores, que corrieron y entonces entraron en calor, estaban un poco mejor, pero los utileros, el médico, el masajista, el encargado de la kinesiología y el cuerpo técnico sufrieron las inclemencias del tiempo.
Ante este panorama, el cuerpo técnico decidió con buen tino acortar el entrenamiento, que se extendió por algo más de media hora. Una entrada en calor, un loco, sólo pequeños ensayos tácticos defensivos y la posterior elongación fue todo lo que se hizo porque no daba para más.
Para colmo, el predio de Instituto lucía sencillamente desolador. Descuidado, sucio, sin gente y totalmente a merced del viento, ni siquiera la cancha usada para la práctica (la mejor que posee) estaba en buenas condiciones (tenía matitas de pasto y algunos lugares de tierra), por eso no valía la pena seguir mucho más. enviar nota por e-mail | | |