| domingo, 28 de septiembre de 2003 | Segunda lectura Sufrió para ganar pero lo consiguió Luis Castro / La Capital "Qué duro que fue este partido", fue la sentencia más escuchada entre los jugadores al salir del Coloso. Es que Olimpo vino en busca del punto de oro con un planteo mezquino y lejos de tener intenciones de jugar al fútbol. El "pum para arriba" que instaló Tinelli en su época de relator fue la táctica utilizada por el equipo de Trossero, quien pareció haberles prohibido a sus hombres traspasar el mediocampo. Sin demasiadas ideas pero metiendo presión y cerrando los espacios le complicó la existencia a los de Veira.
Newell's tenía la imperiosa necesidad de recuperarse de aquel traspié sufrido ante Arsenal y motivar a su gente. Pero Olimpo ensució el partido (al no jugar) e hizo sufrir a los rojinegros. Si bien la lepra manejaba la pelota y no pasaba zozobra en su arco, las chances de gol aparecían en cuentagotas. La más clara estuvo en los pies de Patiño, quien estampó la pelota contra el poste izquierdo de Vivaldo.
El tiempo iba pasando y Newell's buscaba el error de su rival. Veira, ya en el segundo tiempo, decidió salir del banco de suplentes para gritar y ordenar. Pero el gol no llegaba. Hasta que a los 29' Mauro Rosales se llenó la boca de gol e instaló la tranquilidad que necesitaba el equipo para trabajar el partido a su antojo. Los bahienses sintieron el impacto pero carecían de las armas para cambiar la historia. El Bambino disfrutaba y se mostraba calmo. Sabía que no había motivos para preocuparse, porque la visita era incapaz de modificar el resultado. Encima, Vásquez, con un toque sutil cerró el encuentro para que su gente disfrute de la vuelta del fútbol y el regreso a la victoria. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Vásquez le gana a Manfredi y saca un cabezazo. | | |