| sábado, 27 de septiembre de 2003 | Lula refuerza lazos comerciales con Cuba El presidente brasileño firmará acuerdos bilaterales con Castro. No está prevista una reunión con la disidencia La Habana. - El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, llegó ayer a La Habana, invitado por su homólogo cubano, Fidel Castro, para una visita que se prevé estará enfocada principalmente a temas económicos y de cooperación. Acompañado de media docena de ministros y de casi 60 empresarios, Lula llegó a Cuba, en su primera visita como jefe de Estado, con la intención de aumentar los intercambios entre el gigante brasileño y la isla caribeña que soporta desde hace más de cuatro décadas un embargo comercial estadounidense.
En sus poco más de 24 horas en la isla, que ya había visitado en varias oportunidades antes de llegar al poder, Lula mantendrá al menos dos encuentros, sin agenda conocida, con Castro, quien acudió a recibirle al aeropuerto vestido con su tradicional uniforme verde olivo. Lula, un ex sindicalista de izquierda que llegó a la presidencia en enero tras ganar las elecciones, firmará un paquete de acuerdos, hablará en un foro empresarial y recibirá a estudiantes brasileños.
Sin embargo, el líder brasileño deberá hacer gala de mucha habilidad política para ser solidario con Cuba sin perjudicar sus delicadas relaciones con Washington, que defiende una postura dura frente a Castro, ni sus ambiciones de consolidarse como líder regional. Consciente de que muchas miradas están puestas sobre él para ver si se decide a tratar la situación de los derechos humanos en la isla, Lula dejó ya claro el jueves en México que el objetivo de esta visita es fundamentalmente económico y que no tiene intenciones de abordar el espinoso tema de la disidencia.
En una conferencia de prensa celebrada en la noche antes de viajar a Cuba, Lula, que ha recibido numerosas presiones para que se reúna con opositores o interceda por los disidentes encarcelados este año, dijo que se conformaba con tratar de solucionar los problemas brasileños y que no era partidario de opinar sobre los asuntos de otros países. "No es una buena política meterse en los asuntos internos de un país", se justificó Lula, quien ha prometido acabar con la desnutrición que sufren 40 de los 175 millones de brasileños.
Esposas de los 75 disidentes encarcelados en abril, acusados de ser mercenarios de EEUU, habían pedido a Lula que intercediera por ellos ante su amigo Castro.
Pero Lula, gran defensor de la integración regional, llegó a La Habana con el doble objetivo de aumentar los intercambios económicos bilaterales, que actualmente están muy por debajo de su potencial, y de respaldar la reinserción de Cuba en la comunidad latinoamericana. "Lula está convencido de la importancia de no dejar a Cuba fuera", dijo esta semana el embajador de Brasil en Cuba, Tilden Santiago.
Para Cuba, esta visita tiene una importancia fundamental, según opinan diplomáticos occidentales, pues ocurre pocos meses después de la ola de críticas internacionales por la represión del gobierno de Castro contra la disidencia.
Lula y Castro firmarán una decena de acuerdos en el sector turístico, biofarmacéutico, pesquero, agrícola, industrial y energético, entre otros, con el objetivo de aumentar el comercio bilateral que en 2002 sumó 88 millones de dólares, con un saldo a favor de Brasil por 60 millones. (Reuters) enviar nota por e-mail | | Fotos | | Fidel recibió con un fuerte abrazo a Lula. | | |