 | lunes, 22 de septiembre de 2003 | Un mensaje espiritual "Que Santa María del Rosario, a quien veneramos, lleve ante el Señor estas plegarias por nuestra renovación y por una Argentina distinta, donde sean vividos y respetados los valores cristianos, resguardada la dignidad de todos los hombres, y donde la moral sea la norma común de todos sus habitantes", fue uno de los párrafos más salientes de la homilía de monseñor Eduardo Mirás en el campito de la Virgen.
El documento leído por el arzobispo de Rosario tuvo un fuerte contenido espiritual y religioso y, a diferencia de años anteriores, casi no hubo menciones ni críticas a la realidad nacional ni a la clase dirigente. "El lema nos invita a la oración, para sostener nuestra esperanza, ya que el rosario es la plegaria que nos lleva a entrar en nuestro interior para honrar al Padre", señaló el prelado, y aseguró: "También es nuestra la responsabilidad de esta crisis moral, y Jesús nos está llamando al arrepentimiento".
Tras recordar la conmoción que produjo en el pueblo la predicación de Pedro después de haber recibido al Espíritu Santo en Pentecostés, Mirás se preguntó: "¿No hemos permitido que la sociedad renegara de los valores del Evangelio sin intervenir con paciencia y mansedumbre, pero con infatigable constancia, para que nuestra cultura no abandonara la moral, y para que la corrupción que ahora nos ahoga no continuara creciendo entre nosotros? Tenemos la obligación de alcanzar el corazón de nuestros hermanos, para despertar en ellos la fe y llegar a lo profundo de nuestras instituciones, para que la voz de Cristo ilumine toda la realidad creada a fin de que reine la justicia y se promueva con amor la dignidad de cada uno", sostuvo el arzobispo. enviar nota por e-mail | | |