Año CXXXVI Nº 49971
Economía
Política
La Ciudad
La Región
Opinión
Información Gral
Arte
Escenario
El Mundo
Policiales
Página Solidaria
Cartas de lectores


suplementos
Ovación


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 21/09
Mujer 21/09
Economía 21/09
Señales 21/09
Educación 20/09
Campo 20/09
Salud 17/09
Autos 17/09


contacto

servicios

Institucional

 lunes, 22 de septiembre de 2003

Más de cien mil personas caminaron 67 kilómetros al templo de la Virgen
La esperanza fue el norte en la peregrinación a San Nicolás
Las expresiones de fe y la invocación al milagro fueron gestos reiterados durante la marcha religiosa

Osvaldo Flores / La Capital

"¡Cómo no vamos a ir caminando hasta ella si la Virgen ha hecho el milagro de devolvernos la esperanza a todos los argentinos!", resumió uno de los peregrinos que ayer llegaron hasta el santuario mariano en una nueva muestra de fe que se extendió por 67 kilómetros y unió a los rosarinos con la Virgen del Rosario de San Nicolás. Más de cien mil promesantes enfrentaron el camino, y venciendo el frío y el cansancio protagonizaron la undécima peregrinación organizada por el arzobispado de Rosario, bajo el lema "El rosario de María, esperanza para nuestra Argentina".

Aunque miles habían llegado varias horas antes a San Nicolás, el grueso de la columna ingresó al campito 15 minutos antes de que monseñor Eduardo Mirás comenzara la misa. Precedidos por la imagen de María y otra de la Virgen de Itatí, el arribo de los peregrinos fue apoteósico.

A esa hora, una parte del campito parecía un campo de batalla. Cientos de fieles con los pies ampollados, acostados sobre el césped, felices pero extenuados, hicieron multiplicar la atención de los voluntarios y paramédicos.

En una homilía de fuerte tono espiritual (ver aparte), el obispo rosarino rogó por "una Argentina distinta, donde sean vividos y respetados los valores cristianos, y donde la moral sea la norma común de todos sus habitantes". Satisfechos por haber cumplido una promesa, María del Carmen y su esposo Fernando rezaban. "Nuestra hija Cyntia tiene dos años y en enero estuvo muy enfermita. Prometimos que si se curaba veníamos a San Nicolás. La Virgen hizo el milagro y aquí estamos para agradecerle", contaron.

Cerca de allí, Carla (17), Federico (16), Mariángeles (16) y Rosana (19) tenían cuerda para dar rienda suelta a la alegría de haber llegado en esta, su primera peregrinación a San Nicolás. "Somos amigos de Alberdi y desde hace meses teníamos pensado venir. Justo coincidió con el Día de la Primavera, pero pensamos que venir a pedir a la Virgen por nuestras familias era más importante. Ahora volvemos, nos bañamos y vamos al picnic, total mañana dormimos todo el día", aseguró Federico.

Los paramédicos iban y venían asistiendo a los peregrinos. El puesto sanitario renovaba sus pacientes. "La mayoría son por ampollas, también hay bajas de presión y algunos trastornos estomacales, aunque gracias a María ninguno de gravedad", detalló una enfermera voluntaria.

Era el momento de la comunión. Teresa, de Granadero Baigorria, y Cecilia, de San Lorenzo, se prestaban sus hombros para mantenerse en pie. Se habían conocido durante la caminata y ya amigas prometían volver. "Estamos sin trabajo, pero seguras de que cuando volvamos a San Nicolás habremos conseguido algo, porque la Virgen es milagrosa", se esperanzaron.

Mujeres empujando cochecitos con bebés, muchachos en bicicleta y hasta un par de peregrinos que llegaron hasta el campito en sillas de ruedas unían sus ruegos "por una Argentina mejor, con trabajo, hijos que puedan estudiar y salud para todos".

El templo también estaba colmado. La mayoría trataba de acercarse a la imagen de María para agradecer o pedir, otros descansaban o trataban de protegerse del viento helado que subía desde el río. Gabriel (33) llegó desde Casilda y aguardaba su turno para ingresar al camarín de la Virgen. Era la séptima vez que participaba de la peregrinación, y "aunque el último tramo de camino" se le hizo muy pesado y pensaba que no iba a llegar, ya prometía volver el jueves, cuando se cumplan 20 años de la primera aparición de la Virgen a una vecina del lugar.

Monseñor Mirás impartía su bendición final a los peregrinos cuando cientos de globos portando imágenes de María y rosarios se elevaron. Era el corolario de tanto esfuerzo y por eso, detrás del palco, los organizadores de esta undécima caminata Rosario-San Nicolás se abrazaron.

"Como todos los años la demostración de fe ha sido increíble, la gente ha respondido a nuestra invitación, todos colaboraron y pusieron un poco de cada uno para cristalizar este amor por la Virgen. Por la ruta eran 20 kilómetros de gente caminando", señaló Alejandro Fortini, uno de los responsables de la organización.

enviar nota por e-mail

contacto
buscador

Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto
Miles de peregrinos junto a la imagen de la Virgen

Notas Relacionadas
Un mensaje espiritual


  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados