| sábado, 20 de septiembre de 2003 | Persecución con guantes de seda El operativo que derivó en el arresto de los dos delincuentes que habían secuestrado a David Ick se puso en marcha minutos después de ocurrido el rapto. El Comando Radioeléctrico accedió rápidamente a los datos del coche y a una versión de los hechos contada por un testigo presencial. Así fue como un patrullero apostado en el Acceso Sur y avenida del Rosario detectó sin dificultad al vehículo "sospechoso". Según contó Ick, la acción policial fue "cautelosa" y más que una persecución lo que hizo la policía fue más bien "escoltar" o "conducir" el auto hacia una zona en la cual se minimizaran riesgos. La víctima contó que el primer móvil que apareció "hizo señas de luces con las balizas, hizo sonar la sirena y efectuaron un par de disparos a las cubiertas". Después asumió una actitud "pasiva" mientras otras unidades convergían en torno al vehículo. "Además de las señas, el patrullero tocaba mi coche con su trompa como señalando la presencia". Ick señaló que cuando ingresaron a Villa G. Gálvez pudo ver cómo, en distintas esquinas, iban aparecieron autos de la policía. "Ahí me di cuenta que nos estaban llevando hacia algún lugar tal vez más descampado", agregó. enviar nota por e-mail | | |