El polémico ex marino también tiene pedido de captura en Bahía Blanca

Astiz, otra vez en prisión

El juez Torres ordenó además el arresto de otros catorce oficiales en la causa por la represión en la Esma

El ex capitán naval Alfredo Astiz fue detenido ayer por orden del juez federal porteño Sergio Torres, quien dispuso -además- el arresto de otros 14 oficiales que integraron el aparato represivo de la Armada y serían sometidos a juicio por más de 300 crímenes contra la humanidad perpetrados durante la última dictadura militar (1976-83). El polémico represor también tiene pedido de captura del juez federal de Bahía Blanca Alcindo Alvarez Canale por un pedido de extradición de Francia, que lo acusa por los secuestros de las monjas Alice Domon y Leonie Duquet.

"Hay cuatro acusados ya detenidos y el resto se presentará mañana (por hoy) a las 9 en el tribunal, según se me informó oficialmente", dijo Torres, quien paralelamente dio intervención al fiscal Eduardo Taiano para que requiera medidas por otros 200 delitos cometidos en la Escuela de Mecánica de la Armada (Esma), el mayor campo de concentración de la dictadura.

Autoridades de la Armada y la Prefectura Naval informaron al juez que cuatro de los acusados ya fallecieron y que el resto de los presuntos represores ya fue localizado (con excepción de Jorge Vildoza, prófugo desde hace más de 10 años) y prometieron su presentación espontánea hoy a las 9 en Tribunales,

Astiz, quien había recuperado la libertad el 1º de septiembre tras cumplir 40 días de arresto por requerimiento de la Justicia española, se entregó ayer al mediodía en el Edificio Libertad, sede de la Armada, y quedó preso a la espera de una audiencia con Torres, que se concretará hoy.

Simultáneamente, el juez Alvarez Canale libró el lunes otra orden de captura contra Astiz, enmarcada en el proceso de extradición que inició Francia por la desaparición en Argentina de las monjas galas Alice Domon y Leonie Duquet. En 1990 el ex marino fue condenado en ausencia, en París, por ese doble crimen.

Además de Astiz, ayer quedaron bajo arresto el ex capitán naval Jorge Tigre Acosta, el ex prefecto Héctor Febres -estos dos ya procesados y con prisión preventiva por el robo sistemático de bebés nacidos en cautiverio-, y el ex marino Juan Antonio Azic, que se encuentra internado.

Azic intentó suicidarse el 25 de julio último, cuando la Justicia ordenó su captura por requerimiento del juez español Baltasar Garzón. El hombre, que integró los grupos de tareas de la Esma, se disparó con un arma de fuego frente a una imagen de la Virgen, en el puerto capitalino. En la nómina de acusados por Torres figuran cuatro oficiales fallecidos: Humberto José Barbuzzi, Carlos Raúl Carella, Luis Nicolás D'Imperio y José Antonio Suppicich.

Astiz, Acosta, Azic y Febres ya están presos y hoy serán notificados de su situación. Además, pesan órdenes de arresto contra Carlos Octavio Capdevilla, Adolfo Miguel Donda, Manuel García Tallada, Oscar Antonio Montes, Antonio Pernías, Raúl Enrique Scheller y Jorge Raúl Vildoza.

El paradero de Vildoza es incierto desde hace más de 10 años y la Justicia ya acreditó que el prófugo capitán naval sustrajo e inscribió como hijo propio al niño que la desaparecida Cecilia Viñas dio a luz en 1977 en la maternidad clandestina que funcionó en la Esma.

Por orden de la Cámara Federal porteña, Torres reactivó la causa por los crímenes cometidos en la Esma y, en ese marco, libró ayer las órdenes de detención. El expediente, abierto hace más de 15 años, quedó paralizado por las leyes de punto final y obediencia debida, anuladas por el Congreso e impugnadas por inconstitucionales ante la Corte Suprema.

"La causa ya está en condiciones de ser elevada a juicio", explicó Torres, y agregó que, paralelamente, "habrá que investigar otros hechos sobre los que ahora tendrá que dictaminar la fiscalía". Por eso, el juez no necesitará indagar ni procesar en esta primera etapa a los acusados, que serán notificados en las próximas horas sobre su actual situación y los montos de embargos que se trabarán sobre sus bienes.

Astiz, el arquetipo de la barbarie procesista.