El seleccionado argentino de rugby practicó en doble turno en las canchas de Plaza y GER

La pumamanía se instaló en Rosario

Aníbal Fucaraccio / La Capital

Las palabras de Manuel Contepomi dejaron traslucir con claridad la manera en que Rosario recibió a Los Pumas. "La impresión que tengo es muy buena, es muy parecido a lo que pasó en Tucumán. Y te soy sincero, antes de venir pensé que no iba a ver tanto movimiento como allá, porque en Tucumán son locos por el rugby, pero acá hay más gente todavía. El apoyo que nos brindan realmente se siente, pero igual no estamos acostumbrados. Entre nosotros, jodiendo, nos decimos Las Bandanas, pero esto no es lo nuestro. Es entendible y no queda otra, el tema es que hay que estar muy tranquilo para no perder la concentración y que todo esto no te lleve a otra cosa. Tenés que disfrutarlo pero también hay que pensar en el juego, en el rugby", confesó el centro de Newman rodeado de muchos chicos que pugnaban por su firma o por algún souvenir.

Con esa auténtica fiebre puma, más de ochocientas personas pudieron ver, por la mañana en Plaza y por la tarde en Gimnasia y Esgrima, al plantel mundialista buscar la puesta punto, aunque esto (y con razón) al cuerpo técnico mucho no le gustó ya que entre otras cosas perdían cierta intimidad, tan necesaria en esta etapa final.

A excepción de Senillosa (estuvo con gripe), Núñez Piossek (que anoche llegaba de Tucumán), Gaitán (que arribará mañana desde Francia) y de Hernández y Ostiglia, quienes realizaron una labor diferenciada, el cuerpo técnico pudo trabajar con el plantel aspectos individuales y colectivos.

Si bien Los Pumas atraparon la atención, la nota de color de ayer a la tarde la dieron los juveniles del seleccionado de Rosario (M 20), quienes oficiaron de sparring con la intención de poner a prueba el sistema defensivo albiceleste. Lo más llamativo fue que el wing de Gimnasia y Esgrima Fernando Albarracín anotó tres tries, dos desbordando a Corleto y otro a Albanese, lo que arrancó aplausos de la masiva concurrencia.


Pichot capitán
Pero la noticia del día fue sin dudas la designación de Agustín Pichot como capitán del equipo en reemplazo del lesionado Lisandro Arbizu.

Al término de la práctica en GER, el medioscrum del Stade Français dialogó con Ovacion.

-¿Cómo tomás esta distinción?

-Ser capitán de Los Pumas es un honor muy grande. Creo que por ahí no cambiará tanto mi rol dentro del equipo, pero me parece que es un poco mayor la responsabilidad en cuanto a la prensa internacional y todas esas cosas. La designación no me vuelve loco tampoco y este grupo se lidera solo: todos los chicos nos conocemos hace muchos años y trabajamos muy bien juntos, así que la verdad es que el trabajo del capitán siempre es muy fácil.

-¿En qué te cambia ser el capitán?

-A uno no lo cambia sustancialmente, lo que sí te da es un poco más de responsabilidad. Que Daniel y Marcelo me hayan elegido, la verdad es que es un placer. Pero, te repito, en mí no cambia nada. La camiseta para mí sigue siendo lo mismo con la banda o sin ella. Exactamente lo mismo.

-¿Para qué les sirve el partido con Rosario?

-Sirve para ajustar ciertas cosas y para acercarnos a la gente de la ciudad. No son muchas las posibilidades que tenemos de estar acá, más los que vivimos afuera del país.

-¿Cómo cayó lo de Arbizu?

-La lesión de Lisandro pesa mucho, todas las lesiones son difíciles de digerir y más la de un capitán y referente como es él.

-¿Cómo está el equipo?

-Estamos mejorando día a día y todavía tenemos que seguir haciéndolo porque el Mundial va a ser muy duro. Hay que mejorar por ejemplo en el line out, en el scrum.., hay varias cosas, por suerte nos quedan un par de semanas más para hacerlo.

Diego Cash colaboró con el cuerpo técnico.