Año CXXXVI Nº 49963
Política
Economía
La Ciudad
Información Gral
Opinión
El Mundo
La Región
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Escenario
Campo
Educación


suplementos
ediciones anteriores
Salud 10/09
Autos 10/09
Turismo 07/09
Mujer 07/09
Economía 07/09
Señales 07/09


contacto

servicios

Institucional

 sábado, 13 de septiembre de 2003

La subasta se hizo en medio de un fuerte operativo de seguridad
Remataron la planta de la carrocera Indecar por ochocientos mil pesos
Los obreros dicen que no podrán cobrar sus acreencias. Los compradores anuncian que seguirán produciendo

Silva Carafa / La Capital

La planta de Indecar fue comprada en un remate por una una sociedad en formación que pagó 811 mil pesos, en medio de la resistencia de un grupo de trabajadores que habían proyectado una cooperativa para reactivarla. La fábrica pasó a manos de un grupo de cuatro inversores rosarinos afines al rubro que anunciaron a través de su letrado su decisión de continuar produciendo los tanques cisternas que fabricaba la fallida empresa de Roldán.

La subasta, que tenía una base de un millón y medio, se realizó ayer a las 16 rodeada de un fuerte operativo policial que cercó el lugar desde la mañana. "No se va a desmantelar ni a fabricar chupetines y se continuará con la explotación de la fábrica", aseguró Cristian Le Bihan, abogado del grupo comprador al final de una jornada marcada por la angustia y la tensión.

A pesar de la contundencia de la afirmación, Le Bihan evitó confirmar si el proyecto también incluye a los ex operarios. "No se puede jugar con la esperanza de la gente, eso no lo puedo decir", aseguró. Según trascendió la operación la realizó Omar Molinaro.

Por su parte, los trabajadores aseguraron que "en la Justicia no escucharon nuestra propuesta". Dolidos y conteniendo las lágrimas, los ex empleados calificaron al remate de "circo armado" y consideraron que el dinero no alcanzará para pagar las acreencias laborales que rondan los dos millones de pesos, de los 15 millones que forma la deuda por la que Indecar fue a la quiebra.

"La provincia nos dejó solos, ni siquiera le importó perder sus propias acreencias", dijo Diego Gentile, secretario de la cooperativa que ayer quedó desactivada después de que la jueza Delia Giles fijara la fecha del remate dispuesto por el titular del Juzgado Civil y Comercial Nº1. Además, dijo que la cifra pagada no le hace justicia al valor real de la unidad productiva que tiene 48 lotes y unos 160 mil pesos en maquinarias.

Guillermo Marconi, abogado de la cooperativa de trabajo formada por los ex empleados, dijo que habían pedido la postergación del remate para alquilar la planta y dentro de uno o dos años, poder presentarse como oferentes por una cifra similar a la que ayer le bajó el martillo Rogelio González, el profesional que llegó desde Santa Fe para ejecutar la medida judicial fuertemente criticada por los trabajadores.

Para el letrado, el precio al que se liquidó la unidad productiva es irrisorio. "Es como haber comprado un Alfa Romeo a quinientos pesos", graficó y dijo que en la provincia no existen políticas de Estado para empresas quebradas. "No sucede lo mismo en Buenos Aires, donde hay otra comprensión para estas situaciones", explicó.

También remarcó que la empresa vendida en 811 mil pesos vale varios millones de dólares y que el remate "fue un mal trago para los acreedores, especialmente los laborales, ya que primero cobrará la Sindicatura, los abogados y luego los empleados", comentó.

Marconi aseguró que no están en contra de la inversión privada y que de existir algún proyecto hubiera sido más operativo presentarlo ante la Sindicatura antes que generar momentos de tanta angustia como la subasta.

Señaló que los intentos cooperativos no tienen como finalidad suplir la gestión empresaria. "Es una respuesta ante la desesperación por la falta de trabajo, los obreros se hacen cargo de su propia desdicha cuando una fábrica pierde su dirigencia empresarial", acotó.

"No tengo que hacer ningún comentario porque no corresponde", fue la respuesta del abogado de la Sindicatura, Isaac Golberg, cuando se le preguntó sobre las acciones desplegadas desde dicha área.

Por su parte, Juan Herrera, tesorero de la cooperativa, calificó al remate de Indecar como una falta de respeto. "No vuelvo a confiar en la Justicia porque se regaló la empresa y esto acaba con nuestro futuro como trabajadores, como personas y como padres de familia", disparó.

También criticó a la Sindicatura porque nunca les dio información. "Nos ensuciaron los expedientes, nos impedían verlos, no nos atendían y nos trataban de la peor manera. No sé cómo hay gente que puede confiar", acotó con angustia.

Según Herrera el proyecto cooperativo era sólido y viable. "Demostramos que fabricando una sola unidad por mes cubríamos el canon locatario, los gastos fijos y el sueldo de los operarios, también teníamos propuestas de trabajo", comentó.


Una respuesta pendiente
"Pregunten a la diputada Laura Venesia y a los demás diputados justicialistas, que nos dijeron que no nos preocupáramos por Indecar porque consideraban viable el proyecto de los trabajadores para la continuidad laboral", tronó la concejala rosarina Silvana Svatetz, integrante del Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas.

enviar nota por e-mail

contacto
buscador

Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto
"La planta se vendió a un precio vil".

Notas Relacionadas
Terminó una historia de un año y medio de lucha


  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados