| domingo, 31 de agosto de 2003 | Habla de su trabajo en cine, de su paternidad y de los tiempos difíciles que vivió Pablo Echarri: "Todo lo que te pasa en la vida va al personaje" El actor apostó a un papel complejo en el filme "El séptimo arcángel" Rodolfo Montes / La Capital Pablo Echarri vuelve al cine con "El séptimo arcángel", una película de Juan Bautista Stagnaro. En medio de una tormenta mediática que explota a su alrededor a partir del nacimiento de su primera hija, Morena, el actor intenta mantener su lugar en la consideración de la gente y de los medios de prensa a partir de su profesión y no de sus historias familiares, reales, de vida. No siempre lo logra. Los sucesos familiares del último año -secuestro y rescate de su padre, pareja con Nancy Dupláa en medio de sabrosos entretelones y nacimiento de Morena- son por ahora acontecimientos fuertes y superan en interés a sus personajes de ficción.
En una charla con Escenario, Echarri confiesa su temores frente a la película de Stagnaro: "Tuve miedo de no lograr el tono de sufrimiento que el personaje me exigía". También anticipa: "No creo que vuelva a telenovelas demasiado simples, como hice en otra época". Se siente maduro para "doblar la apuesta" y vivir del trabajo como actor de cine y en unitarios televisivos. Tiras diarias en televisión, "por ahora no, gracias", dice, a pesar del éxito que hoy vive con "Resistiré".
Con respecto a su hija Morena sus palabras son las mismas de cualquier padre: puro amor. "La primera noche lloró todo el tiempo, fue un caos...(risas)", revelo y lanzó una severa advertencia a los medios: "No presentaré a mi hija en los medios, no hay ninguna presentación que hacer. Al que le saque una foto sin autorización y la publique, lo demando judicialmente".
-¿Qué relación tiene "El séptimo arcángel" con "Los siete locos", la famosa novela de Roberto Arlt?
-El conflicto es de algún modo el de "Los siete locos" pero la película excede a la obra literaria y aporta muchos otros elementos, que en muchos casos están lejos de la obra de Roberto Arlt.
-¿Cómo resultó la inspiración literaria para componer?
-Los personas literarios son extremos, de aristas muy filosas y diferentes todas. Son de una enorme tragedia. Es maravilloso y al mismo tiempo me daba miedo, no sabía si iba lograr realizarlo bien.
-¿De qué forma definirías a Luciano, tu personaje?
-Este personaje tenía que mostrar su dolor profundo y eso es muy difícil, hubo escenas que me costaron la vida. Tal vez por el tipo de vida que me tocó, tuve que trabajar mucho para conectarme con el dolor extremo que él siente. Fue un gran desafío, requirió gran comprensión más que una técnica corporal para representarlo. Llegué a comprender y componer al personaje ayudado por amor de mis compañeros. Vivimos una comunión increíble.
-¿Recibiste "ayuda" para llegar al tono que el personaje pedía?
-Sí, en un momento dudé si estaba en condiciones para lograr el personaje. Necesité una entrega que no sabía si estaba en condiciones de dar. El miedo a no poder hacerlo fue en definitiva el motor que me llevó adelante.
-¿La película se apoya mucho sobre Luciano?
-La película se cuenta sobre la historia Luciano, qué le pasó con el padre, la violencia psicológica que vivió, la falta de respeto y de ayuda. Luciano se llena de miedos, pero no va a terminar así la cosa.
-Poco y nada del Pablo Echarri real está en el personaje...
-Nada hay más distinto que la historia de mi personaje con la de mi propia vida. En el cine pretendemos que los sentimientos estén mostrados en la pantalla. Y había que ver si aparecía eso. Si no lográbamos eso mi personaje y toda la película no iban a quedar bien contadas. Quedé muy conforme con el resultado.
-¿Qué otras posibilidades te ofreció el trabajo para esta película respecto de la televisión?
-Me gusta contar una historia que empieza y termina y el personaje es el mismo. En las novelas para televisión empezás en marzo y cuando llegás a diciembre el personaje fue cambiando, se desdibujó, es otra cosa. En una hora y media cine se pueden ver las líneas del personaje, cómo se mueve.
-¿Ya no estás para actuar en una "novela tradicional"?
- Salvo que esté muy bien escrita, como es el caso de Resistiré. Ya no puede prescindir de la cierta calidad en el relato. Ya no puedo volver para hacer una novela muy simple como hice en otra época. Tengo que subir la apuesta y ojalá pueda hacerlo.
-¿Te complace convocar la atención de la prensa por tu trabajo y no por tu vida privada?
-Esa es la idea. Pasé una año bravo en lo personal, sin embargo entiendo que me ayudó a poder contar la historia del "El séptimo arcángel", porque todo lo que a uno le pasa en la vida va al personaje.
-Tu reciente paternidad aumenta la tensión periodística sobre tu figura, ¿cómo lo tomás?
-Sería estúpido ignorar que muchos van a pretender mezclar mi vida personal con el trabajo. Y la verdad me duele que les interese más esa zona íntima de mi persona que lo que puedo hacer desde lo artístico. Pero no voy a dejar la profesión por esto.
-¿Estas preparado para convivir con ciertas presiones en relación a la mediatización de tu hija?
-Según de qué lado de la verja estés y hasta dónde vayas. Voy a poner énfasis y también enojo si me hacen repetir algo que ya dije muchas veces. Me gustaría que todos entiendan como quiero que sean las cosas en relación a la privacidad de mi hija.
-Intuyo que más de uno pretenderá saltar la verja, ¿vas a reaccionar?
-Vamos a tratar de mantener la mejor relación, como ocurrió siempre. Pero depende del que está enfrente. Para mí ser padre es una gran alegría y trataremos de ponernos de acuerdo.
-¿La suerte de la película está ligada también a tu presencia exitosa televisión con la tira "Resistiré"?
-El trabajo en "Resistiré" es muy importante porque la televisión es un medio muy potente. Si alguna gente decide ir al cine a ver la película porque me ve en la tele, está todo bien, adelante.
-¿Estás pensando no hacer televisión en el 2004?
-El año que viene voy a trabajar pero con menos intensidad. Tengo algunas propuestas para hacer cine y es lo que más me interesa. Pretendo también estar cerca de mi hija, verla crecer, disfrutar esos momentos.
-¿También buscar "enfriar" un poco tu nombre, bajar la exposición de tu familia?
-Este negocio de ser conocido no me funcionó muy bien en muchos casos, pero de todos modos lo decidí yo. En cuanto a Morena, mi hija, no pienso presentarla a la prensa ni convertirla en una beba famosa. Tal vez cuando ella sea adulta lo decida por sus propios medios o no. Me sucedieron muchas cosas en los últimos tiempos, creo que ni debería explicar los motivos por los cuales no voy a permitir que mi hija salga en todos los medios de comunicación, no la voy condenar a los medios de comunicación porque me da mucho miedo.
-¿Cómo estás con tu nuevo status de padre?
-Tener un hijo es correrse definitivamente de un lugar y darle el lugar a quien más importa, mi hija en este caso. También es mi sueño de formar una familia, una búsqueda mía más allá de si tengo la suerte que me vaya mejor o peor. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Echarri "no está para telenovelas muy sencillas". | | |