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 lunes, 25 de agosto de 2003

Rugby: Gimnasia es el campeón del Litoral
Venció en la final por 17 a 15 a Universitario

Pablo F. Mihal / La Capital

Y desde el Parque salió el nuevo campeón. La corona del Regional del Litoral 2003 fue finalmente para Gimnasia y Esgrima, que agónicamente derrotó a Universitario de Rosario por 17 a 15 y se hizo acreedor de la Copa Volkswagen.

Y fue un justo premio para lo que mostró a lo largo del año. Principalmente tuvo coherencia. En la mala supo reaccionar a tiempo y cambiar el rumbo. Tuvo prolijidad y también un grupo numeroso de jugadores que le posibilitó realizar variantes sin renunciar a su idea de juego. No es casualidad que los mens sanas hayan conseguido además los torneos oficiales de Reserva e Intermedia.

El campeonato 2003 mens sana tuvo al igual que el que consiguió en 1991 una gran cuota de suspenso. La diferencia en los casos estuvo es que en aquella oportunidad Gimnasia dependía de sí mismo (con un penal que anotó García) y ayer lo hizo de la suerte que no tuvo el pateador de Universitario en la última jugada.

El saldo del partido dejó muy poco. Fue una típica final con muchos nervios y muchos más errores. En ese contexto Gimnasia y Esgrima se mostró un poco más ordenado que su rival, sobre todo en el primer tiempo cuando tuvo un leve dominio territorial y en donde pudo trasladar al marcador las equivocaciones de Universitario.

La lucha de Rodrigo Borrell y Aníbal Schiavo en el line donde se sacaron chispas, en particular, y la pulseada de los forwards en general, fueron casi una constante del primer tiempo donde ninguno de los dos llegó a soltarse totalmente.

En media hora de juego se vio poco y nada. Sólo algunos arrestos individuales, pero muy aislados, quisieron romper la monotonía de un partido que a trazos gruesos se empecinaba en ser aburrido.

Sobre el final del primer período, Universitario esbozó una recuperación, que continuó en el complemento. La marca mens sana, sobre todo por afuera, no tuvo fisuras. No obstante el cansancio empezó a dejar secuelas en los locales.

Uni empezó a crecer y logró dar vuelta un marcador adverso. Y de contar con un pateador más efectivo ayer hubiera podido festejar, más alla de que en su mecanismo el nerviosismo propio que genera el hecho de disputar una instancia decisiva lo traicionó y lo obligó a cometer muchos errores, tanto propios como provocados. Pero que las posibilidades también las tuvo, las tuvo. En los últimos diez tuvo dos chances concretas que falló y terminó pagando caro.

Gimnasia, en tanto, no reaccionaba. Ni los cambios pudieron cambiar el panorama, pero cuando se vio superado el equipo auriazul sacó fuerzas de donde no tenía y salió a buscar el partido, casi por obligación. Un soberbio drop de Martín Molina sentenció el encuentro y posibilitó que los mens sanas reverdecieran sus laureles. Como en 1952, 1974 y 1991, ayer Gimnasia volvió a entrar en la historia.

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La fiesta mens sana con la Copa y el brindis.

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