| miércoles, 20 de agosto de 2003 | Misma tonada, auto semejante, dos saqueos Robaron hasta un auto de una quinta de Funes y habrían desvalijado una casa en La Florida una hora después La tonada cordobesa del trío de asaltantes que la noche del lunes atacó a los mellizos Urbinati en su vivienda de Fisherton podría ser la misma que durante la mañana de ese día dio un golpe en una casa quinta de Funes y horas más tarde en una casa de La Florida.
De ser así, la gavilla habría perpetrado tres golpes en menos de 24 horas y a bordo de un auto que robaron en el primero de los hechos. La mañana de anteayer, Benito Damiani estaba en su casa de Yaciyretá y Los Cardos, a la altura de la parada 5 de Funes, cuando fue sorprendido por dos muchachos jóvenes que llevaban a su esposa encañonada con un arma en la cabeza.
La mujer había sido reducida por los asaltantes mientras barría el patio de la vivienda. A pesar de que Damiani y su esposa fueron maniatados y encerrados, no fueron golpeados. Con tonada cordobesa, recordó el hombre, "me dijeron que se llevaban el auto pero que me lo iban a devolver" y citó textualmente a uno de sus atacantes: "Te lo dejamos en una cochera, tenemos que hacer un trabajo".
Además del Chevrolet Vectra, patente BQI797, los delincuentes se llevaron anillos, relojes, una cadenita de oro y "los pocos pesos" que el matrimonio tenía en la casa. Algunas horas más tarde, en inmediaciones de Alsina y 3 de Febrero, corazón de Echesortu, el auto de los Damiani apareció abandonado e intacto, tal cual lo prometieron los ladrones.
En tanto, cerca de las 14.30 del lunes, un matrimonio afincado en Paysandú y Maza, del barrio La Florida, denunció haber sido víctima de un golpe similar al de los Damiani. Dos hombres armados, que llegaron al lugar a bordo de un auto gris, ingresaron a la casa y les robaron 800 pesos después de maniatarlos y encerrarlos.
Paliza en zona norte Ayer, la dueña de casa contó a Radio Dos que uno de los asaltantes la agarró de atrás con fuerza mientras estaba en la puerta y la obligó a ingresar mientras "con la mano me asfixiaba". Martha, tal el nombre de la mujer, dijo que se asustó cuando vio el arma con que la encañonaban y recordó que otro de los delincuentes "se metió por el lavadero" de la casa aprovechando que las dos puertas de ingreso a la vivienda estaban abiertas. Afuera, según ella, "quedó un tercer hombre en un auto gris", que de acuerdo a los investigadores, podría ser el Vectra robado en Funes.
"Seguramente ellos creyeron que yo estaba sola pero mi marido estaba en la cocina y cuando lo vieron, lo golpearon fuertemente en la cabeza y lo lastimaron", dijo la mujer que aún ayer permanecía asustada por la experiencia. "Cuando vi que le sangraba la cabeza y que el tipo agarró la cuchilla con la que mi esposo estaba cortando lechuga pensé que lo iban a matar", contó Martha.
Tras darles a los ladrones la plata y las pocas alhajas que tenía, Martha y su esposo fueron reducidos y maniatados en el antebaño de la casa. "Nos ataron las manos y uno de los dos, que estaba muy mal, le decía al otro que nos atara los pies y nos amordazara. Me tiraron todo el dormitorio abajo, vaciaron los placares buscando plata y cosas de valor. Con mi pañuelo le ataron la boca a mi marido, que seguía sangrando, mientras yo les pedía que no nos maten, que ya le habíamos dado todo".
En ese marco, un bocinazo primero y dos bocinazos más tarde fue el aviso que desde la calle recibieron los malhechores para escapar con el cómplice que los esperaba a bordo del auto gris en la puerta de la casa. enviar nota por e-mail | | |