 | domingo, 17 de agosto de 2003 | Central, en vías de desarrollo Empató sin goles con un práctico Chacarita Sergio Faletto / La Capital Este Central es un equipo en vías de desarrollo. Ya interpretó que todavía tiene mucho por crecer. También comprendió que el camino será difícil. Porque para obtener resultados deberá luchar desde lo colectivo y crear a partir de lo individual. De la mitad de cancha hacia atrás es un conjunto compacto. Pero del medio hacia adelante todavía está lejos del gol. Aunque anoche consiguió ciertas aproximaciones. Sin certeza ni explosión. Pero con algunos flashes de ingenio. Los que chocaron contra la experiencia de Navarro Montoya. Quien se erigió en figura de un partido trabado. En el que Chacarita sacó provecho del empate final porque es un conjunto que sabe a lo que juega y que conoce a la perfección sus limitaciones. Todo un mérito del técnico Néstor Craviotto. Que acomodó sus piezas con realismo y con la premisa de cuidar el cero en su arco para después tratar de descubrir la ventaja por el sistema de contraataque.
Este equipo canalla asomó con un funcionamiento levemente mejor. Con los mismos problemas por resolver en materia ofensiva. Que anoche quedaron una vez más en evidencia, pero con algunos síntomas de solución. Es que los delanteros mostraron voluntad e ímpetu. Pero siguen sin poder aguantar la pelota en campo rival. Lo que obliga a un constante ida y vuelta en la zona de volantes. Zona en la que Central necesita con urgencia al Equi de la primera época auriazul. Como también del Messera que ayer apareció por instantes, como lo hizo en el minuto 85, que edificó una extraordinaria jugada para quedar cara a cara con el Mono, quien evitó el gol en dos ocasiones para terminar de adueñarse del primer puesto en el podio.
El arquero funebrero ya se había adjudicado un duelo con otro volante local, cuando Barros Schelotto a los 52' cabeceó a pocos metros del arco un centro de Messera que fue devuelto por el Mono y que después el Mellizo se lo llevó por delante para hacer rebotar la pelota en el caño, antes de que se perdiera fuera de la línea de cal.
Claro que estos arrestos individuales son insuficientes para llegar al rendimiento que Russo pretende, el que necesita de una mayor y mejor sincronización de sus volantes, algo que ante Chacarita no sucedió. Tampoco con la tardía inclusión de Vitamina Sánchez.
Lo de Chacarita fue más claro. Limitado, pero práctico. Con un fondo ordenado y una línea media abocada más a la contención. Dejando la responsabilidad de pensar al Tito Pompei, que en el Gigante volvió a demostrar su vigencia. Pero que estuvo solo, porque Talamonti primero y Carbonari después se deglutieron con sus marcas a Graf y Muller. Por esto es que la jugada de mayor riesgo que generó el funebrero fue mediante un tiro libre de Pompei que contuvo a medias Gaona y que dilapidó Graf.
En el balance del empate sin goles que se registró ayer en el estadio de Arroyito, Central dejó una mejor sensación que Chacarita. Por mayor jerarquía de sus jugadores. La que en el futuro inmediato tendrá que ser el combustible del rendimiento que el equipo necesita. Tarea en la que Russo tendrá la responsabilidad de perfeccionar el ensamble desde el medio hacia adelante. Para lo que tiene variantes. Y para lo que ya cuenta con el Yerbatero González, quien en base a su gran dinámica puede transformarse en el delantero que encienda las luces del gol. Justamente lo que más necesita hoy el conjunto canalla para fortalecer su confianza. enviar nota por e-mail | | Fotos |  | Navarro Montoya ahoga el grito del mellizo. | | |