| sábado, 16 de agosto de 2003 | La explosión de un equipo tuvo consecuencias psicológicas en un barrio Vecinos de una planta transformadora cañadense temen por su seguridad Reclaman una explicación sobre un violento siniestro que provocó llamas de hasta quince metros de altura Walter Gasparetti / La Capital Cañada de Gómez. - "Estamos al lado de una bomba de tiempo y nadie nos dio una explicación coherente sobre lo ocurrido hace unos días", señalaron los vecinos del barrio La Usina, donde se halla una planta transformadora de la Empresa Provincial de la Energía (EPE). El temor en el vecindario de la zona sur cañadense creció después que un transformador explotó dejando sin luz a toda Cañada de Gómez y varias localidades vecinas.
¿Corremos riesgo de estar viviendo en este lugar? ¿Quién nos asegura que los transformadores no tengan PCB? ¿Tiene esto alguna relación con los cuatro casos de cáncer que se registraron en esta zona? ¿Por qué ninguna autoridad del municipio o de la empresa nos explicó lo que sucedió?, preguntaron una y otra vez los habitantes de ese lugar.
Los vecinos observaron con preocupación la reciente explosión de un transformador que por momentos causó llamas de hasta 15 metros de altura. El episodio, que dejó sin luz a toda la ciudad de Cañada de Gómez y varias localidades cercanas que están conectadas a esa central transformadora, generó una sensación de inseguridad y temor en la población porque aún no tuvieron una explicación directa de los funcionarios responsables de la misma.
"Lo que vimos fue muy impactante y desde mi casa sentimos los efectos de la electricidad. Los trabajos de reparación ya están casi finalizados, pero nadie nos ha asegurado hasta ahora que esto no volverá a ocurrir. Queremos recuperar la tranquilidad que supimos tener desde siempre", explicaron a los vecinos a La Capital.
"El origen del incendio fue un exceso de tensión en el equipo", explicó el jefe de la sucursal Oeste de la EPE, Jorge Huber. El directivo precisó que el problema se registró en una línea de 33 kilovatios porque "no funcionaron los protectores en el sistema de transformación".
El prolongado corte, que se registró hace algo más de una semana, provocó la suspensión de las actividades que estaban programadas para entonces. Si bien la explosión del transformador no generó lesionados, sí provocó importantes secuelas psicológicas entre los habitantes de ese sector cañadense. Tanto en las calles como en las cercanías de la planta se puede observa que niños de corta edad usan el espacio libre para jugar, por ejemplo, a la pelota. Y los mayores, lógicamente, temen que corran riesgo de algún accidente como el mencionado.
"Ante la explosión algunas personas salieron corriendo hacia un campo cercano y muchas de ellas se lastimaron con alambres de púas en su intento de ponerse a salvo. Estamos encerrados en un corral, entre cables y equipos eléctricos. Tenemos miedo y queremos que se realice un estudio para saber si esas unidades tienen el peligroso refrigerante PCB", añadieron.
"Mucha gente nos sugirió que propusiéramos que se haga una investigación acerca de los casos de enfermedades. Hubo cuatro casos de cáncer en los alrededores y no sabemos si los motivos están vinculados con la planta. Vimos que en el lugar se ha volcado aceite sobre el suelo, pero no sabemos si eso que está allí es contaminante", remarcaron.
Falencia El aumento en la construcción de unidades habitacionales y la creciente radicación de nuevos asentamientos vuelve a mostrar a los cañadenses una falencia: la falta de un plan regulador y la autorización de loteos en sitios que deberían estar deshabitados. Esto también fue comentado por los vecinos.
Por su parte, Huber dijo luego de la explosión que los vecinos "no deben preocuparse por la seguridad de la planta", y añadió que "los controles de mantenimiento se realizan en forma constante". El jefe local de la EPE opinó que "la falla que se registró está al margen del trabajo humano". enviar nota por e-mail | | Fotos | | El incendio se debió a un exceso de tensión. | | |