Buscan recursos para terminar una obra en una ONG de Pérez

La entidad que lucha contra el sida está construyendo una biblioteca pero aún le falta el techo. Escasa ayuda oficial

Delcia Karamoschón / La Capital

Pérez. - La Agrupación Comunitaria Organizada Enfrentando al Sida (Acoes), entidad civil sin fines de lucro, está construyendo un inmueble que será usado para instalar una biblioteca pública y realizar talleres, entre otras actividades. Pero a la obra le falta aún el techo y sus integrantes temen que el proyecto social quede truncado por falta de fondos.

El edificio se está levantando en el terreno donde viven los fundadores de la entidad, Ramón y María Inés Gallo. La familia decidió cederlo en comodato para definitivamente lograr el sueño de un lugar propio y continuar con la importante labor que realizan en la comunidad desde hace diez años. La ayuda estatal ha sido escasa y aún esperan un discreto subsidio municipal que les prometieron.

Acoes también cuenta con un taller de costura y tejido, brinda apoyo escolar, copa de leche, cursos de panificación y elaboración de alimentos, actividades que momentáneamente debió suspender por no poder continuar con el pago del alquiler de una propiedad donde funcionó hasta junio.

También están recolectando libros con el objetivo de llegar a los 2.500 ejemplares que se necesitan para ser reconocidos por la Comisión Nacional Protectora de Bibliotecas Publicas (Conabip). Ya tienen unos 1.700 que fueron donados por la comunidad y las bibliotecas Pocho Lepratti y La Florida, ambas de Rosario.

"Nos autogestionamos y a veces recibimos colaboración de particulares, pero los recursos ya no alcanzaban para alquilar un espacio, por eso empezamos a construir con un crédito que solicité porque soy la única que tiene trabajo fijo", explicó María Inés, quien se dedica a la docencia, y agregó: "El resto de los integrantes de la comisión tienen voluntad de servicio pero no cuentan con recursos económicos".

"Hay que ver la miseria en que vive parte de nuestra sociedad", afirmó Ramón y comentó a La Capital que está dispuesto a canjear un riñón para terminar el techo. "No fue una decisión fácil, más teniendo en cuenta que quizás alguno de los míos puedan necesitarlo en el futuro, pero si aparece alguien con las chapas y los tirantes y necesita un riñón, lo donaré. Sólo pido que no se me juzgue y que vengan a ver nuestro trabajo para entender".

"Este espacio -agregó Ramón- nos permitirá trabajar en un barrio (por Guardia Nacional) donde hay gente que necesita ayuda y lo estamos construyendo con mano de obra propia. Un vecino se ofreció a colocar el techo, pero nos faltan los tirantes y las chapas que son caras, cuestan alrededor de 1.200 pesos".

La sede tendrá dos salas. En la más grande funcionará la biblioteca y cuando Acoes pueda inscribirse en la Conabip se piensa en gestionar computadoras para dar cursos de informática y continuar con las charlas sobre sida y problemáticas de niños y adolescentes.

Además aspiran formar un departamento para atender situaciones conflictivas de la mujer con asesoramiento de entidades idóneas y psicólogas. "En cuanto a los talleres queremos que se transformen en microemprendimientos para que las personas desocupadas puedan obtener algo de dinero", agregó María Inés.

Ramón Gallo, fundador de Acoes.