En Chile reciben con aplausos y pesar el plan de derechos humanos

Santiago de Chile.- El plan del presidente Ricardo Lagos para dar reparo a las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura de Augusto Pinochet en Chile sacó aplausos entre los políticos, incluyendo a la derecha opositora, pero causó hondo desencanto entre los familiares de las víctimas.

En su afán de levantar una propuesta equilibrada, Lagos acogió opiniones de todos los sectores sociales y políticos, incluyendo de los que colaboraron con la dictadura y que, por primera vez admitieron la existencia de delitos que causaron más de 3.000 muertes y desapariciones.

Lagos informó su plan ayer, sentando un precedente inédito hasta ahora en Chile: el reconocimiento de la "obediencia forzada" de soldados y policías de bajo rango que participaron en crímenes cumpliendo órdenes durante la dictadura (1973-1990), junto con una oferta de rebaja de penas para quienes aporten información a la justicia.

Por su parte, el ministro del Interior, José Miguel Insulza, manifestó que "se les había dicho desde hace bastante tiempo (a los familiares de las víctimas) que eso no iba a ocurrir, ni la derogación ni la interpretación de la ley de amnistía".

Mientras tanto, las agrupaciones de derechos humanos no se conforman con esa respuesta y creen que el gobierno, en realidad, está más interesado en mejorar las relaciones con los militares, a través de la oferta de rebaja de penas a cambio de información. (Reuters)