| miércoles, 13 de agosto de 2003 | Familiares indignados Con gran dolor e indignación con la dirigencia de la Marina, los parientes de los 188 marineros muertos colocaron coronas y flores en Moscú, San Petersburgo y en la ciudad de Kursk en el sur de Rusia. "Nuestros hijos murieron, pero hasta hoy no se ha encontrado a los culpables", se quejó Tamara Annenkova, madre de una de las víctimas. Por otra parte, grupos ecologistas reclamaron ayer también a la Marina que informe a la opinión pública acerca de las consecuencias de 14 accidentes con submarinos atómicos durante la época soviética. "Sabemos que en estos accidentes murió gente y hubo radiaciones. Hasta hoy el alcance de estas catástrofes se mantiene en secreto", señaló un portavoz de la organización ecologista Bellona en San Petersburgo.
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