El riesgo de apostar a lo seguro

"Videomatch" volvió con más de lo mismo en un ciclo con muy poco ingenio

Pedro Squillaci / La Capital

El regreso a la pantalla de Marcelo Tinelli marca un paso atrás en la carrera televisiva del exitoso joven de Bolívar. Su propuesta no arriesga nada novedoso, recurre a los viejos bloques de parodias humorísticas, y no mucho más. Entre lo poco nuevo que exhibió están los "30 segundos de fama", un formato norteamericano en donde gente común hace cualquier cosa con tal de impactar al televidente. Hasta comerse cucarachas en vivo. Una maravilla.

Todo bajo la complicidad eterna de un Tinelli que sigue mirando a cámara con cara de sorprendido, que se burla de los participantes y que se imita a sí mismo con gestos y risas socarronas que ya aburren. Como si esto fuera poco, entre las cosas "nuevas" de su "nuevo" programa aparece una sátira a los flashes amarillistas de "Crónica TV", que no es ni más ni menos que una copia grosera de una idea que Alfredo Casero puso en pantalla en "Cha Cha Cha".

Con todo, Tinelli está otra vez en el aire. Tiene el pelo más largo, usa raya al medio (con planchita), se viste de riguroso traje negro, y exhibe un rosario en su cuello. Con música de fondo de "Salir al sol", de Fito Páez, abre cada programa bajo una lluvia de papelitos acompañado por sus coequipers. Pide que le habiliten el micrófono y dice: "¡Buenos días América!". Nada especial, es más, también termina con su ya clásico "¡chau, chau, chauuuu!", como viene haciendo hace 14 años.

El elenco de "Manicomic" es una de las cartas fuertes de Tinelli. Allí tienen un protagonismo importante los rosarinos Juan Pablo Geretto, Tulio Marcos y, un escalón más abajo, Jorge Fossetti. Quizá en la pata rosarina, como alguna vez lo fueron Pablo Granados y Pachu Peña, haya algo de renovación.

Cuando debutó "Videomatch" (de lunes a viernes, a las 23, por Canal 5), Canal 13 puso en ese horario el filme "Nueve reinas", película argentina con Gastón Pauls y Ricardo Darín, quienes personifican a dos ladronzuelos callejeros sin escrúpulos. "En un canal pasan las andanzas de unos ladrones que hacen los mismos trucos de siempre y engañan a un montón de gente -destacaron en CQC- y en el otro canal pasan «Nueve reinas»". Brutal.

El chiste guarda una estricta vinculación con la realidad. Al menos esa idea expresó Sigmund Freud cuando habló de "el chiste y su relación con lo inconsciente". La vuelta de Tinelli parece estar muy lejos de la risa. Es más, su fórmula se parece cada vez más a una broma de mal gusto. Un triste blooper para el televidente.

Tinelli desborda alegría hasta el hartazgo.