Los empleados de la obra social marcharon por el centro

Pami I pide el fin de la persecución

La protesta apunta al delegado local del Instituto, Martín Mansilla, ante los traslados del personal

Un grupo de empleados del policlínico Pami I marcharon ayer por el centro de la ciudad, en señal de protesta contra el nuevo interventor de la delegación local del Instituto, Martín Mansilla. Los trabajadores exigieron que cese "la caza de brujas y el fin a la persecución política" a propósito de los traslados de personal producidos en las últimas horas. A su vez, los trabajadores de la obra social reclamaron "sanciones más efectivas contra los prestadores privados de la ciudad de San Lorenzo que defraudaron al Pami", según apuntó la delegada gremial de ATE-Pami, Claudia Indiviglia.

"Quieren tapar todo con el despido de un empleado del sanatorio Regional de esa ciudad cuando el problema es mucho más grave: queremos multas, sanciones o que rescindan el contrato", vociferó la sindicalista en alusión a las presuntas irregularidades detectadas en el cordón industrial.

Las auditorías de la obra social detectaron meses atrás varias anomalías en prestadores privados de esa zona que habrían exigido el pago de un plus a jubilados que querían atenderse en los centros asistenciales.

Luego de las denuncias de los pasivos, los organismos de control del Instituto actuaron sobre los prestadores agrupados en ACE Sur.

Los empleados del Pami I también solicitaron la renuncia de la nueva interventora de los policlínicos, Silvia Comba, porque según consideraron "la dirección corresponde a personal de carrera, y no a gente que hasta ser designada actuó al servicio de contratistas privados del Pami".

Con relación a los traslados de empleados, Indiviglia dijo que recayeron sobre "trabajadores que actúan en política identificados con el sector de Carlos Reutemann, varios de ellos son candidatos a concejal".

Indiviglia encabezó la protesta.