| miércoles, 13 de agosto de 2003 | Se llevaron lo poco que quedaba: una olla, algunos cubiertos y bancos Una escuela de la zona sudoeste ya fue robada más de 30 veces Las directora dice que desde hace tres años los asaltos son continuos. Reclaman vigilancia policial Eugenia Langone / La Capital Una olla de aluminio, algunos cubiertos y varios bancos fue lo único que pudieron robarse anteanoche del anexo de la Escuela Nº660 (Ancón 3400), en la zona sudoeste de la ciudad. Es que el establecimiento ya fue robado más de 30 veces y no quedan máquinas de escribir, ventiladores, cortinas, banderas, heladera, ni estufas. "Todo se llevaron. Es vandalismo porque no queda nada y siguen entrando, así que sólo se soluciona con una vigilancia que custodie el edificio de noche", aseguró la directora de la escuela, Susana Cardinale.
El panorama es desolador. En la reja de entrada se ve a simple vista que fue forzada en más de una oportunidad, las puertas están rotas y en lugar de vidrios tienen chapas para evitar el frío, y las ventanas también fueron destruidas por completo. Y por si fuera poco, los chicos dieron ayer clases en el patio porque "un cortocircuito" hizo que algunas aulas no tuvieran luz, según explicó un miembro de la cooperadora de la escuela.
Ya en febrero de este año las autoridades de la escuela tenían contabilizados 23 robos, y en ese momento el Ministerio de Educación provincial prometió un cerramiento para el patio y una cerca perimetral. Si bien en el fondo del patio -que linda con una quinta- ya se construyó el paredón, los docentes y los alumnos todavía esperan la colocación de un tejido de más de cuatro metros que evite la entrada de los ladrones.
Es más, las autoridades del establecimiento estiman que en este último robo los ladrones saltaron la tapia para ingresar a la escuela, por lo que quizá el tejido que estará listo en 20 días lo hubiera evitado.
"Se llevaron una olla y cubiertos, entonces ahora no alcanzan y los chicos tienen que comer por turnos", contó Lilian Báez, una de las encargadas del comedor donde más de 350 alumnos reciben el almuerzo y la copa de leche todos los días.
La mujer señaló también que "los robos se dan constantemente" y agregó: "A veces se llevan cosas o sólo entran a destruir porque ya no queda nada. Y en otras oportunidades ingresan para dejarnos bolsitas con excremento en el piso".
Sin descanso El anexo de la Escuela Nº660 comenzó a funcionar hace tres años en aulas móviles y desde ese momento no dejó de sufrir asaltos. "Siempre nos robaron, incluso entraban a las aulas móviles y se llevaban los alfajores que quedaban del almuerzo, todas las estufas eléctricas desaparecieron, las máquinas de escribir y los grabadores también", enumeró la directora ante La Capital.
Luego de la mudanza al edificio de Arcón al 3400, en pleno barrio Nueva Tablada, la situación lejos estuvo de mejorar y algunos estiman que los robos se dan cada diez días.
"Nos reunimos en varias oportunidades con gente del Ministerio de Gobierno, y cuando estuvo (Esteban) Borgonovo nos habían prometido vigilancia, pero eso quedó en la nada", se quejó la directora.
Por eso, tanto las autoridades de la escuela como los padres de los alumnos renovaron el reclamo para que el gobierno provincial disponga una custodia para el edificio. "La única forma de parar con esto es que haya una persona que vigile la escuela", aseguró Cardinale, que archiva una carpeta de las denuncias de robo.
Consultado por este diario, el titular de la delegación local del Ministerio de Educación, Rafael Benetti, aseguró que "a través de un convenio que existe con el Ministerio de Gobierno para prevenir los robos, en los próximos días se pondrá en la zona un sistema de vigilancia por patrullaje". enviar nota por e-mail | | Fotos | | Los alumnos trasladan los pocos bancos. | | |