| miércoles, 13 de agosto de 2003 | El imprevisible Kirchner En la sección Café del Bajo del 8 del corriente, hicieron referencia al corte de energía que afectó hace unos días a la ciudad de Buenos Aires. Parece que el autor del comentario no se enteró que cuando Kirchner culpaba a Edesur de intentar presionar mediante el corte para aumentar la tarifa, la empresa anunciaba que había sufrido un robo de perfiles en torres de alta tensión, lo que motivó el corte, mostrando fotografías que atestiguaban el delito. También habían encontrado a los autores y recuperado parte del material robado. Lo correcto hubiera sido que la presidencia pidiera disculpas a la empresa por lo apresurado de la acusación. Los argentinos estamos cansados de "las peleas de cabotaje". Kirchner no ha asumido que preside un país al que le resulta urgente recuperar el financiamiento y la inversión. Sin embargo, elige desairar sistemáticamente al empresariado. En un improvisado ejercicio de la primera magistratura, decide viajar a Río Gallegos todos los fines de semana, ocasionando gastos innecesarios y un riesgo institucional en caso de algún imprevisto, a lo que el presidente es afecto como sucedió en Jujuy. Las funciones de presidente se ejercen "full time" en la Casa Rosada y en Olivos. Si extraña su vida anterior, no se hubiera presentado para la primera magistratura, a menos que lo hayan hecho contra su voluntad. Qué pasaría -ante el descontento general por no encontrar soluciones de fondo- si se cumplieran los temores de Raúl Alfonsín y de repente hubiera un "golpe de derecha". Menos mal que el vicepresidente Daniel Scioli saca las castañas del fuego y se encuentra dispuesto a entrevistarse con los sectores productivos, aunque ambas conductas se contraponen, lo que en definitiva aumenta los "mensajes poco claros". Haciendo una comparación entre el gobierno y un partido de fútbol, "no se juega solamente con la hinchada", cuando el resultado final lo definen los principales jugadores.
Susana Cabal
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