| miércoles, 30 de julio de 2003 | Un poco de suspenso no viene mal Tres participantes pasaron con distinta suerte por el primer envío del ciclo que se estrenó el sábado pasado. El primero fue Martín, un ingeniero de 45 años, que pifió cuando venía bien encaminado. Lo mismo le pasó a un joven de 20 años que dijo leer muchas cosas de la ciudad, pero sorprendió al admitir que no vio los textos sugeridos por De Marco (h), quien precisamente elabora los contenidos del programa. La ansiedad le jugó una mala pasada y se fue con las manos vacías. Cintia Ricci, una guía nacional de turismo de 28 años, tuvo una jornada ideal. Acertó todas las preguntas de la primera fase y en un acierto de la producción se decidió que continúe en el programa del próximo sábado. Un poquito de suspenso nunca viene mal. La opinión de la gente en la calle sirvió para demostrar que muchos saben más de lo que parece de la ciudad en donde habitan. enviar nota por e-mail | | |