Se hace cargo

Marino quiere ser el conductor rojinegro

El volante quiere mejorar la actitud

Gustavo Conti / Ovación

Mar del Plata (enviado especial).- Guillermo Marino dio el paso fundamental para al fin dar el salto de calidad que tanto se espera de él: reconocer sus limitaciones. Y no es nada fácil, porque su principal defecto ha sido hasta aquí la falta de actitud, porque talento le sobra. No es sencillo admitir una cosa así pero el volante lo hizo porque ahora sí se siente que tiene los pies sobre la tierra y la fortaleza interior para revertir esa situación. Tanto que se anima a ejercitar el rol de conductor, si Veira se lo da como en los amistosos, de este Newell's reforzado con grandes figuras, más allá de la partida de Bassedas. "Eso es lo que quiero", asegura y se hace cargo. Parece otro, mucho más decidido a pelear por un lugar al que muchos le vaticinaban iba a llegar más rápidamente.

-¿Sentís que esta sí tiene que ser tu temporada?

-Pienso que sí. Estoy trabajando para eso y matándome en cada entrenamiento. Espero la oportunidad para tratar de dejar todo.

-¿Te sorprendió que el Bambino te pusiera ya en los amistosos como titular?

-Un poco tal vez sí pero vengo trabajando para eso y he tenido oportunidades en otros momentos. El fútbol es así, da muchas vueltas y ahora espero aprovecharlo.

-¿Qué te falta para ser un indiscutido del equipo?

-Partidos en primera, porque la continuidad es fundamental, y también entregar un poco más en la mitad de la cancha y esforzarme cuando no tenemos la pelota. No sé si tengo que recuperar la pelota siempre pero sí demostrar actitud. Siempre me faltó actitud, yo lo reconozco y la única manera de cambiarlo es mentalizarme de que tengo que hacerlo. Estoy trabajando para eso, así de una vez por todas puedo dar el salto.

-Ya diste un paso fundamental: reconocer el defecto.

-Sí, pienso que es muy importante. Es el primer paso para poder corregirlo.

-¿Cómo describís esa falta de actitud en la cancha?

-Pasa por ir a buscar una pelota, trabar, levantarme si me caigo e ir otra vez... Veo que me falta eso y en un momento lo sentí. Lógicamente yo quiero jugar en primera y si necesito demostrar más actitud para eso, voy a cambiarlo. Estoy en eso.

-En el amistoso del viernes, en medio del partido el Bambino te largó un insulto doliente ("La c... de tu m... Marino, trabá, no ves que después por eso el hincha de Newell's te putea", le dijo), ¿cómo lo tomaste?

-Lo tomo como que me lo dice para que reaccione. Yo lo respeto mucho porque me da la posibilidad y sobre todo, cuando te predisponés a aprender, tengo que escuchar estas cosas.

-¿El Bambino tiene razón entonces? ¿El hincha te reclama actitud?

-Sí, creo que sí. Más allá de que mi función sea la de enganche, o por lo menos la llaman así, de armar el juego y poner pelotas de gol, también pasa por otras cosas que no tenía en claro cuando me tocó jugar. Cuando fui titular en este último torneo me dí cuenta de que no era como yo pensaba, entonces me propuse cambiar la forma de pensar.

-¿Cuándo exactamente te diste cuenta de que debías cambiar, que así no iba?

-Creo que fue en el partido contra Nueva Chicago. Ese día me tocó salir cuando íbamos perdiendo 2 a 1 y encima veníamos de perder en el clásico. El entorno no era favorable y como era el enganche todo cayó sobre mí. En ese momento me hice cargo interiormente de los errores y desde ahí cambié el pensamiento sobre cosas que pensaba que eran como yo decía pero no eran así. La verdad, se aprende mucho de esas experiencias porque el fútbol es así: tratar de asimilar lo que uno puede todos los días.

-¿Y creés que ahora sí estás en condiciones de dar ese salto, de recuperar pelotas, de sacrificarte?

-Sí, sí, porque quiero jugar y de una vez por todas explotar. Estoy muy entusiasmado y mentalizado de que lo puedo hacer.

-El Bambino comentó que lo que te falta es el segundo esfuerzo para volver cuando se pierde la pelota. Ahora, ¿físicamente te estás preparando para poder hacerlo? ¿tenés la capacidad?

-Sí, la pretemporada es dura pero el objetivo es ese. Tratar de estar continuamente con la pelota y cuando no la tenga colaborar en la recuperación.

-Al Tata Martino, un ídolo en el club, siempre se le reclamó sacrificio, hasta que lo puso al servicio del equipo con Bielsa, ¿quizás vos estés pasando por una etapa similar?

-Sinceramente no lo vi jugar mucho al Tata pero ahora sé que todos tienen que aportar desde su lugar al equipo. Así como el defensor también tiene la obligación de participar en una jugada ofensiva, en la que el enganche a lo mejor es el que da el último pase, así también en mi función tenés que colaborar en la parte defensiva.

-Veira había armado el equipo en torno a Bassedas y ahora va a tener que hacer todo de vuelta.

-No queda otra. Nosotros tenemos que seguir de la misma manera y facilitarle al técnico que pueda encontrar las variantes.

-En algún momento se armó el equipo alrededor de Manso, ahora Veira lo hacía alrededor de Bassedas, ¿creés que puede hacerlo alrededor tuyo?

-Eso es lo que quiero, hacerme cargo del equipo y demostrarme principalmente a mí mismo que tengo condiciones, que este es el momento, que acá estoy.

-No es una frase fácil de decir porque la tenés que sostener en los hechos.

-No. Sé que no es fácil, pero de las malas sacás cosas más positivas que de las buenas, donde no te das cuenta de nada. Si sos fuerte mentalmente, de las malas vas a lograr salir adelante.

-Y hoy mentalmente se te nota más fuerte que nunca.

-Sí (risas), sé que en eso he mejorado y ojalá que me vaya bien.

Marino quiere aprovechar esta oportunidad.