| domingo, 13 de julio de 2003 | Crece en Irak la hostilidad hacia las tropas de ocupación de EEUU Expertos opinan que la resistencia es fragmentada pero puede aumentar fomentada por el vacío de poder Alistair Lyon Londres. - Los ataques contra las fuerzas de EEUU en Irak han sido hasta ahora obra de insurgentes dispersos, pero la indignación por la ocupación occidental y el desconocimiento que los militares tienen de las tradiciones de este pueblo podrían desatar una resistencia más amplia. "Esto no es todavía una guerra de guerrillas", dijo Mustafa Alani, un analista iraquí del Real Instituto de Servicios Unidos de Londres (Rusi). "No hay un control central, no hay un movimiento unificado y los ataques se concentran en el oeste de Irak", explicó.
Esto concuerda en parte con el punto de vista del general Richard Myers, jefe del estado mayor conjunto estadounidense, quien dijo que la resistencia era fragmentada y estaba restringida a un triángulo sunita de Bagdad al norte y al oeste. Myers identificó cinco grupos detrás de los ataques, que han matado hasta el momento a 32 soldados estadounidenses desde el fin de los combates a gran escala el 1º de mayo, tres semanas después de la caída de Saddam Hussein.
Estos son: partidarios de Saddam, combatientes extranjeros de Siria e Irán, el grupo Ansar al-Islam, del que se presume tiene vínculos con Al Qaeda, criminales liberados por Saddam antes de la guerra y extremistas sunitas. Los analistas concuerdan en que la resistencia es fracturada, pero dicen que las autoridades estadounidenses, al menos en público, restan importancia al creciente resentimiento de muchos iraquíes por el poco tacto de los soldados que tratan de imponer control en el vacío de poder de la posguerra.
Jonathan Stevenson, un especialista en antiterrorismo del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos de Londres, estimó que los estadounidenses se están enfrentando a un "nacionalismo progresivo, pero bastante fuerte" en Irak, donde no han podido cumplir las promesas de mejorar las condiciones de vida y devolver el país a los iraquíes después de 35 años de gobierno del Partido Baas. "Hasta ahora grupos dispersos se están haciendo más hostiles a la ocupación estadounidense", agregó.
Ocupación por la fuerza El poderío militar estadounidense puede suprimir cualquier desafío directo de lo que describe como una insurgencia en ciernes, pero esto no generará la estabilidad que Washington persigue. "Necesitan una solución política que justifique la guerra y conquiste la paz. Aún están batallando para encontrarla", dijo Stevenson. Agregó que no hay un indicio sólido de que Al Qaeda u otros "terroristas transnacionales" estén operando en Irak, pero señala que la presencia estadounidense allí es una tentación.
El administrador estadounidense de Irak, Paul Bremer, dice que se necesita paciencia para reconstruir un país destrozado, pero el tiempo no está de su parte. "Si los fracasos políticos persisten, junto a las dificultades para proveer servicios, la crisis económica y el problema del ejército iraquí, algún tipo de movimiento de resistencia organizada podría convertirse en una guerra de guerrillas", dijo Alani. Agregó que las tropas estadounidenses han cometido errores graves, notablemente en el poblado de Falluja, al oeste de Bagdad, donde los ataques contra los soldados comenzaron como represalia por la muerte de 15 jóvenes manifestantes por las fuerzas norteamericanas a finales de abril.
Según Alani, EEUU debió hacer cambios acordes con las tradiciones tribales y conservadoras de ese pueblo sunita, enviando mediadores para disculparse, compensar con dinero y prometer construir una nueva escuela en memoria de los jóvenes muertos. "No hicieron nada y pagaron un precio alto".
Toby Dodge, un especialista en Irak de la universidad de Warwick en Gran Bretaña, dijo que los acontecimientos en Falluja y otras partes prueban que los militares estadounidenses no comprenden a la sociedad iraquí. "No veo cómo pueden imponer así una estabilidad". Dodge dice que aunque los remanentes de los servicios de seguridad de Hussein, oriundos en su mayoría de su área natal de Tikrit, están detrás de muchos de los ataques contra los estadounidenses, partidarios de otras partes podrían también estar cometiendo ataques de acuerdo con la ideología del Partido Baas. "Esta gente cree en el culto del Partido Baas de un Estado fuerte, su chovinismo nacionalista dirigido contra extranjeros y su paranoia de imperialismo".
Registros realizados por los paracaidistas británicos en casas de un poblado shiíta del sur de Irak utilizando perros (considerados impuros para los musulmanes) condujeron a la muerte de seis policías militares británicos en el área, pero hay menos señales de que la mayoría shiíta esté combatiendo activamente la ocupación. "Los shiítas están a la espera, pero también se arman y se organizan". Los shiítas, por mucho tiempo oprimidos por los gobiernos de Irak, desean su parte de poder en la nueva nación, pero por ahora esperan. "Si no obtienen lo que ellos creen que se merecen, tendremos una Intifada", vaticinó Alani.
Ellie Goldsworthy, directora del programa de fuerzas armadas de Gran Bretaña en el Rusi, dice que es vital impedir que el uno por ciento de los partidarios de Saddam conquiste al 99% de los iraquíes que pueden estar desencantados pero no son enemigos jurados de EEUU. "Me sorprende la ineptitud conque EEUU ha manejado esto. Algunas cosas son difíciles de manejar, otras son fáciles, como sonreir y hablarle a la gente con respeto. Uno no usa gafas de sol cuando trata de ganarse simpatías", señaló. Según Goldsworthy, los militares estadounidenses se han concentrado en proteger a sus propias fuerzas y detestan tomar riesgos para crear un ambiente más benigno, como han tratado de hacer las fuerzas británicas en el sur. (Reuters) enviar nota por e-mail | | Fotos | | |