| miércoles, 02 de julio de 2003 | En llamas. Las sospechas se centran en el acto de los estatales Los testigos coinciden en que al incendio lo produjo una bomba de estruendo Los universitarios denunciaron que los morteros con pirotecnia se hacían estallar en la vereda de Derecho Dolor, pero sobre todo mucha bronca. Estas son las sensaciones que reflejaron ayer cada uno de los rostros compungidos de alumnos, docentes, autoridades y vecinos de la Facultad de Derecho y del Museo de Ciencias Naturales que fueron testigos del voraz incendio que arrasó con gran parte de los techos del histórico edificio. A la hora de buscar las causas que provocaron el siniestro todas las miradas apuntaron a la movilización de gremios estatales que realizaron en la plaza San Martín, desde donde partieron cientos de bombas de estruendo que estallaron en los techos del viejo Palacio de los Tribunales.
Hacia las 13.30, las lenguas de fuego se habían apoderado del sector superior del edificio. Las lágrimas de dolor y el llanto contenido de algunos universitarios lo decían todo.
"Quien provocó todo esto fue ATE, UPCN, los municipales, Luz y Fuerza que tiraron más de 200 bombas de estruendo, pero cuando se produjo el incendio rajaron todos", aseguró Diego un estudiante de Derecho, quien describió cómo la pirotecnia estallaba en los dos patios de la facultad. Pero el joven de 24 años volvió a la carga: "¿Quién va a hacerse responsable de esto? ¿Ferrazza?", dijo indignado.
"Estaba la gente manifestando y tenían el mortero en la vereda de la facultad y apuntando hacia arriba del edificio. Cuando empezó el fuego se fueron todos y dejaron el desastre en manos de Dios", dijo Eugenio, también estudiante de abogacía.
Una vecina de la facultad y a su vez alumna de Derecho precisó cómo los gremios estatales arrojaron bombas de estruendo desde las 9 de la mañana hasta minutos antes de producirse el incendio. "Apenas comenzó el fuego evacuamos las aulas, pero los libros están destruidos, es un desastre irremediable. Esta construcción es nueva, y responsabilizo de su destrucción a esta gente que tiró bombas", aseguró Inés González Sabathié.
Andrea Ivancich se identificó como otra testigo de los hechos al expresar que "el incendio comenzó con el final de las bombas de estruendo", para considerar que se debería probar si ésta fue la causal del siniestro. La vecina se lamentó por la destrucción total del Museo Histórico Angel Gallardo enclavado en un edificio "emblemático para la ciudad".
Otro joven, cerca del vallado hecho por la policía, reforzó la hipótesis de la pirotecnia como factor desencadenante del incendio. "Estuve al momento de desatarse las llamas, y fue originado por las bombas que salían desde los morteros al centro del patio, que dificultó el dictado de clases", dijo Germán Arnesto para agregar que "la policía estaba en la esquina y vio como una bomba cayó sobre la cubierta del techo".
La vida académica dentro de la facultad se transformó en un calvario durante toda la mañana, pero pasadas las 13 derivó en momentos de zozobra. "Por suerte, pudimos escapar rápido", dijo Mariano Acuña.
Pasadas las 14.15 se hizo presente el rector de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Ricardo Suárez, quien consideró que la chispa producida por una bomba de estruendo, "constituye una versión muy fuerte que me han hecho llegar por distintos medios los alumnos. Si bien el edificio se ve mal, la reparación hecha recientemente es muy segura y tenemos la casi certeza que no se produjo por una falla interna, sino por el fuego provocado por algún elemento externo". enviar nota por e-mail | | |