 | lunes, 30 de junio de 2003 | Todos los sectores sociales acusan el impacto de la gestión presidencial Se afianza el estilo K en Santa Fe Según las encuestas del gobierno nacional, el peronismo retendría la provincia en los comicios de septiembre Omar Bravo / La Capital La sociedad politizada, las instituciones de la Nación, la política profesional, las estructuras y los aparatos electorales siguen acusando el impacto del ingreso de la figura de Néstor Kirchner al escenario mayor de la política argentina. Una sensación momentánea de vértigo y desorientación también alcanza a las grandes corporaciones económicas, a todas las capillas del pensamiento liberal y a los medios de comunicación.
Más de una década de prédica antipolítica muy presente en aquellos actores empieza a ceder y a acomodarse a la realidad, al tiempo que la propia corporación política elimina lastres y reacomoda sus cargas. Traducido al juego político cotidiano: Kirchner avanza con sus convicciones pero no hasta el punto del autoritarismo. Por el contrario, tolera las diferencias obvias con el duhaldismo y reconoce la realidad de ese inmenso aparato que, a su vez, controla sus impulsos y apetitos. Transcurrido el primer mes de gestión, ese balance de autocontrol y equilibrio arroja cifras de apoyo y beneplácito social que casi dan para el rubor. La política está de regreso.
El impacto que tenga esta ola en las realidades políticas locales es algo que está por verse, pero de todos modos ya empiezan a alumbrar indicios. En el caso de la provincia de Santa Fe, sería una necedad negar la trascendencia que tuvo el encuentro del martes entre el presidente y el ex gobernador Jorge Obeid. Específicamente, Kirchner le pidió al diputado nacional que el 7 de septiembre encabece un sublema para lo cual le cedió la marca que lo identifica sin dudas: Frente para la Victoria. O sea, le entregó en préstamo la espada que 72 horas después de aquella reunión en la Casa Rosada obtuvo la cabeza del presidente de la Corte Julio Nazareno.
Al ex gobernador le quedan por delante dos tareas en las que deberá extremar su capacidad selectiva: debe acertar en los nombres de quienes lo acompañen. Según sus fuentes más cercanas, tiene in péctore para que lo acompañe en la fórmula a "un rosarino, con perfil progresista, capaz de restarle votos a (Hermes) Binner". Para intendente de Rosario, Obeid querría a Norberto Nicotra pero éste no sólo no dio muestras de entusiasmo sino que Carlos Reutemann le pidió que encabece un sublema para gobernador provincial.
Con buenas mediciones respecto de su intención de voto, Obeid tampoco debe fallar en la selección del candidato a intendente de la ciudad de Santa Fe si no quiere poner en riesgo el crédito recibido. La movida presidencial también ordenó al que iba a ser "el sublema de los intendentes", quienes hoy, en Rosario, resolverán formas y modos respecto de cómo sumarán su apoyo al sublema de Obeid.
¿Y Reutemann? El gobernador ha hecho saber de su fastidio por la hiperactividad desplegada por el arquitecto presidencial, Juan Carlos Mazzón, en la interna provincial. Pero, realista al fin, el gobernador hizo suyas aquellas palabras del viejo general, según las cuales "la única verdad, es la realidad", y el viernes estuvo reunido en su ciudad por casi tres horas con el secretario de la Presidencia hablando de la interna provincial.
Pocas actividades como la política saben registrar y aplicar la lógica de la oportunidad, aunque también la del oportunismo, su lado miserable. Pero lo cierto es que en este momento ningún dirigente quiere estar ausente de la esquina donde coinciden por un lado el calendario electoral y por el otro la buena estrella de Kirchner con la sociedad. Eduardo Duhalde, Felipe Solá, Hugo Moyano y hasta Rubén Marín dejaron constancia de que acatan aquella lógica. Reutemann no debe ni quiere ser la excepción.
Los sondeos conocidos desde el 27 de abril a la fecha ubican al peronismo provincial entre el 35 y el 37 por ciento en la intención de voto. En Buenos Aires creen que si a eso se le suma un buen trabajo de los sublemas (o sea, política), más el apoyo presidencial, no hay elementos para pensar en una derrota del peronismo. enviar nota por e-mail | | Fotos |  | El presidente de la Nación, Néstor Kirchner. | | |