Los pibes de Boca golearon a un Independiente pobre

Con la mente puesta en la Copa Libertadores, los suplentes ganaron 3 a 1

Con el entusiasmo de algunos de sus futbolistas, un Boca de suplentes -los titulares están de lleno tras la Libertadores- fue más que suficiente para establecer claras diferencias y vencer 3 a 1 a un Independiente que, como en todo el torneo, paseó por la cancha la sombra del campeón del anterior Apertura. Inclusive, por primera vez desde 1932 Boca pasó al frente del historial del clásico en la era profesional. Pero no le alcanzó con el triunfo para evitar que más tarde River diera la vuelta olímpica en Bahía Blanca.

Boca sacó alguna leve ventaja en el primer tiempo por el sólo hecho de que sus jugadores estuvieron más metidos. A los 9' casi abre el marcador cuando la cabeza de Bracamonte llegó más alto que las manos de Albil y la pelota fue devuelta por el travesaño.

Pareció que Independiente emparejaba cuando la dinámica de Leonel Ríos le permitió compartir el control de la pelota en la mitad de la cancha, pero su falta de agresividad le hizo muy difícil llegar hasta Caballero más allá de un cabezazo de Gabriel Milito en el minuto 29 que rebotó en el palo derecho.

El destino del partido quedó sellado en dos minutos. A los 38, Jerez ejecutó un centro, la bajó Bracamonte y Caneo, de destacado rendimiento, llegó de frente para convertir. Poco después, Domínguez movió su brazo derecho, golpeó la cara de Jerez y el árbitro Claudio Martín, con exagerada severidad, determinó al expulsión del defensor de Independiente. En inferioridad numérica el cuadro de Ruggeri quedó expuesto en el segundo tiempo a una goleada que Boca no concretó por falta de precisión y porque se engolosinó con el toqueteo de pelota y con los olé que bajaban de la tribuna.

Calvo marcó el segundo a los 5' y a la media hora Bracamonte puso el tercero para que los hinchas xeneizes pegaran el esperado grito de gol. Mientras que para la estadística quedaron el descuento de Rivas y la expulsión de Castagno Suárez.

El final encontró a la Doce a viva voz entonando cantos muy divertidos como "Poné a Milito", dada la floja actuación del defensor, "poné a Bochini", y finalmente "este es el equipo del Cabezón".

Bracamonte marcó el tercero xeneize.