 | lunes, 30 de junio de 2003 | EEUU lanza operaciones de rastrillaje para frenar la ola de ataques en Irak Una nueva emboscada dejó dos soldados heridos. Razzias en el norte de Bagdad: 60 detenidos Bagdad. - Los ataques contra la coalición británico-estadounidense continuaron ayer en Irak, donde dos soldados estadounidenses resultaron heridos y un iraquí perdió la vida, mientras el ejército estadounidense lanzaba una nueva operación de rastrillaje en el antiguo bastión de Saddam Hussein, al norte de la capital iraquí.
Durante esta operación, los soldados detuvieron a más de 60 sospechosos y se incautaron de armas y documentos relacionados con el ex régimen del partido Baas, según los militares estadounidenses. Un portavoz norteamericano rehusó indicar cuándo la operación había comenzado.
La operación del ejército estadounidense, bautizada "Crótalo del desierto", que sigue a la operación "Escorpión del desierto" lanzada el 15 de junio, está destinada a eliminar lo que las fuerzas norteamericanas definen como "influencias desestabilizadoras" que intentan sabotear los esfuerzos de reconstrucción del país luego de la guerra.
"Los ataques fueron dirigidos contra partidarios baasistas, contra terroristas sospechosos de perpetrar ataques contra las fuerzas norteamericanas y los jefes de policía, y tenía como objetivo encontrar armas y municiones", agregó el comunicado.
Un oficial afirmó el sábado que las fuerzas de la coalición habían detenido a más de 900 partidarios del ex régimen durante la anterior operación, "Escorpión del desierto", pero no indicó cuántos permanecen detenidos.
Por otra parte, en una autopista de la capital, "dos soldados de la 18ª brigada de la policía militar fueron heridos y un iraquí murió hacia las 7,30 ", según un portavoz militar estadounidense, que no aclaró si el iraquí era un atacante o un simple transeúnte, ni si murió por la explosión o por una acción del ejército norteamericano. "Fue una deflagración causada por un artefacto explosivo", indicó, agregando que dos vehículos resultaron dañados.
En Faluya, hacia la medianoche, se produjo un ataque con lanzacohetes contra soldados estadounidenses apostados en el principal mercado de este bastión sunita situado a 50 km al oeste de Bagdad, según testigos. Los militares estadounidenses abrieron fuego contra los atacantes, que lograron darse a la fuga, según la misma fuente. Faluya ha sido escenario de las peores confrontaciones registradas en la posguerra entre las tropas de ocupación y la población local.
También en Faluya, las fuerzas estadounidenses comenzaron a confiscar motos, lo que según un policía iraquí se debe a sospechas de que estos vehículos son utilizados para perpetrar atentados.
Por otra parte, las fuerzas norteamericanas anunciaron que habían encontrado objetos personales en el vehículo blindado ligero de los dos soldados desaparecidos el miércoles y que fueron encontrados muertos el sábado.
Su vehículo, un todoterreno Humvee, fue encontrado el viernes a unos 60 km al noroeste de Bagdad. No se encontraron las armas de los dos soldados. En total 12 iraquíes fueron detenidos durante las búsquedas, siempre según el comunicado oficial.
Capturar a Saddam, imperativo En Basora, en el sur de Irak, centenares de ex soldados iraquíes enfurecidos por no haber cobrado sus sueldos impidieron ayer durante unas horas a las tropas británicas salir de su cuartel general.
En cuanto al paradero de Saddam Hussein, el administrador estadounidense en Irak, Paul Bremer, afirmó a la BBC que las posibilidades de detener al ex presidente iraquí eran "muy elevadas". "Lo atraparemos", declaró Bremer. Y agregó: "Pienso que es importante que lo hagamos, que lo capturemos o que lo matemos", para lograr la anhelada estabilidad de Irak.
Por su parte, el ex jefe de los servicios secretos militares iraquíes, Uatiq Al Samarrai, afirmó que Saddam Hussein se esconde en el desierto cerca de Samarra, al norte de Bagdad, y aseguró que "partiría en su búsqueda". (AFP) enviar nota por e-mail | | Fotos |  | Un operativo estadounidense en el norte de Bagdad. | | |