El Papa entregó el palio a tres obispos argentinos

El Papa Juan Pablo II entregó ayer el palio arzobispal, que los identifica como metropolitanos, a los obispos argentinos José María Arancedo (Santa Fe), Guillermo Garlatti (Bahía Blanca) y Mario Maulión (Paraná). La ceremonia se llevó a cabo en la basílica de San Pedro, donde también recibieron la misma insignia otros 37 prelados. Entre ellos dos brasileños, dos colombianos, dos ecuatorianos, dos mexicanos, un costarricense, un estadounidense y un canadiense.

Monseñor Arancedo está al frente de la sede eclesiástica santafesina desde el 30 de marzo de 2003, cuando reemplazó a monseñor Edgardo Storni, quien debió renunciar anticipadamente al cargo sospechado de haber abusado de menores. Mientras que monseñor Garlatti tomó posesión como arzobispo de Bahía Blanca el 10 de mayo pasado; monseñor Maulión fue promovido como arzobispo de Paraná -para suceder a Estanislao Karlic- el 29 de abril último, aunque recién se hará cargo el próximo 9 de julio.

El palio distingue a los arzobispos metropolitanos (los que presiden provincias eclesiásticas) y se entrega junto a la tumba de Pedro para indicar el vínculo de "particular comunión" con el sucesor del apóstol Pedro, que es -según la Iglesia Católica- "principio y fundamento visible de unidad en el campo de la doctrina de la fe, de la disciplina y de la pastoral". (DyN)