Año CXXXVI Nº 49888
Política
Economía
La Ciudad
Información Gral
Arte
Opinión
La Región
Escenario
El Mundo
Policiales
Página Solidaria
Cartas de lectores


suplementos
Ovación


suplementos
anteriores
Turismo 29/06
Mujer 29/06
Señales 29/06
Educación 28/06
Campo 28/06


contacto

servicios

Institucional

 lunes, 30 de junio de 2003

Desde la apertura del puente, arriban desde Victoria, Nogoyá y hasta Paraná
Empezó el desembarco entrerriano en la búsqueda de mejores precios
Vienen de shopping porque encuentran más variedad de productos. Tours de compras hasta para el súper

Pablo R. Procopio / La Capital

El aluvión de visitantes que proviene de la otra orilla comenzó a generar un ímpetu alentador entre los comerciantes rosarinos de los rubros más diversos. Desde que se inauguró el puente Rosario-Victoria comenzaron a llegar entrerrianos dispuestos a hacer compras y visitar los centros comerciales rosarinos, donde pueden acceder a una gama mucho más extendida de productos que no se consiguen o son mucho más caros en las ciudades de la costa de enfrente. Incluso hasta los artículos de primera necesidad tienen ventajas comparativas aquí, por lo que ya se organizan tours de compras. La impronta de los efímeros turistas ya es reconocida en la ciudad: caminan tomando mate, tienen una tonada particular y son sumamente agradecidos.

Los visitantes vienen no sólo de Victoria, sino de una amplia zona de influencia provincial. Llegan de Nogoyá, Diamante, Gualeguay, Villaguay y Concordia. Es más, algunas de estas poblaciones directamente fletan colectivos especiales para venir a hacer shopping.

Muchos de los visitantes copan los hoteles de Rosario y se quedan durante cada fin de semana, fundamentalmente los llamados largos. En este sentido, los empresarios del ramo están de parabienes. Las atracciones de la ciudad, sus actividades y sitios turísticos también tienen su convocatoria, que actúa como imán.

El centro rosarino es uno de los sitios preferidos, pero los minituristas también se acercan (y se quedan) en las afueras donde están asentados los grandes supermercados.

Los responsables de las cadenas de híper ya encontraron una veta importante ante esta alternativa y ya reparten sus clásicos folletos de ofertas en sitios clave de las ciudades entrerrianas, como la transitada plaza de Victoria, donde los entregan todos los jueves. Previamente, claro, tuvieron que pedir autorización a las autoridades municipales (hablaron con el propio intendente Eduardo Valverde) y pagar el canon correspondiente. Al parecer, en Victoria nadie puede evitar abonar tributos a la Municipalidad.

Los directivos de Carrefour comenzaron a distribuir volantes desde que se inauguró el puente. Y van por más: piensan mantener otra entrevista con el jefe comunal para lograr la participación de las escuelas de Victoria en el certamen de fútbol infantil Copa Carrefour.

En los súper, los visitantes prefieren los artículos de limpieza y perfumería. Pero lo más llamativo es que suelen llevarse cubiertas, baterías y elementos de bazar muy difíciles de conseguir por aquellos lares.

También adquieren elementos comestibles de primera necesidad como los lácteos, yerba, aceite o azúcar, ya que aquí se consiguen precios más accesibles. Por ejemplo, una caja de leche larga vida está en Rosario alrededor de 1,20 peso, mientras que cruzando las islas la misma marca cuesta 1,80.

El día de la habilitación de la conexión, Carrefour realizó una encuesta interna que dio como resultado que el 10 por ciento de las personas que se encontraba allí provenía de Entre Ríos. "Los fines de semana es posible que por la playa de estacionamiento pasen de 2 a 5 colectivos especiales", sostuvo su director, Roberto Aponte.

En Nogoyá, la radio promociona tours de compras a Rosario en combis de las empresas Luz y Caribe. En Victoria, de eso se está ocupando Charter Bus.

Otros, más independientes, se vienen por la suya. Parte de la familia de Alicia (37) aprovechó el fin de semana largo por el Día de la Bandera para venir desde Nogoyá a visitar algunas tiendas. Y fue sorprendida en Falabella por La Capital . "Vinimos cinco personas en auto; me compré pantalones, botas y un pulóver que me costaron un 25 por ciento menos", confesó. Muchos habitantes de esa población solían ir a Paraná (distante a 102 kilómetros). Ahora, con el puente, Rosario les queda a 98 y el camino está en mejores condiciones. "Conviene incluso teniendo en cuenta el pago del peaje", dijo Mariana (28). Más aún, la ciudad está recibiendo hasta a los pobladores de Paraná.

María Esther (52) también es de Nogoyá y conoce Rosario muy bien porque sus hijos estudian acá. "La diferencia a la hora de comprar está en la variedad -advirtió-, los talles, los precios y las liquidaciones que allá no existen; aparte se consiguen repuestos de artículos que habitualmente se rompían y no se podían recuperar".

La visita por los lugares de compras rosarinos tiene también otros condimentos. Entre ellos, salir a comer o hacer mini lunchs en los bares. Así, mientras que en el club Trabajo y Placer (ubicado frente a la plaza principal victoriense) hace algunos fines de semana sólo quedaban hamburguesas de pescado y papas al natural cuando el reloj marcaba las 14, en Rosario la oferta gastronómica era sustancialmente mayor.

Durante el fin de semana largo en el que se festejó el Día del Padre hubo una notoria afluencia de entrerrianos en las calles de la ciudad. Si bien en gran parte de los negocios consultados por La Capital sostuvieron que la llegada de potenciales clientes foráneos no significa un aumento ostensible en las ventas, se manifestaron satisfechos porque "hay mayor movimiento y se hacen algunos pesos más".

En estos casos, los visitantes se inclinan por los negocios de venta de indumentaria, zapatos y especialmente van a las tiendas grandes. Sin embargo también recorren los comercios de las galerías y los shoppings. "Preguntan precios y se deslumbran con las prendas que allá no consiguen", contó Patricia desde la lencería Rococó (en la Galería del Paseo), antes de agregar que es fácil darse cuenta de qué cliente es entrerriano. Ocasionalmente entran con un termo bajo el brazo; su ropa, estilo y tonada sobresalen y hasta llegaron a querer abonar con federales. Esta última cuestión recibió una negativa rotunda.

Sin embargo, tienen un aspecto positivo y agradable en el que todos los vendedores coincidieron: "Son excesivamente amables y agradecen todo el tiempo".

enviar nota por e-mail

contacto
buscador

Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto
Los paseos de compras son los elegidos.

Notas Relacionadas
Oportunidad

Por la apertura de locales céntricos los domingos


  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados