Teherán. - Miles de manifestantes se lanzaron a las calles de Teherán, la capital iraní, y otras ciudades del país por quinta noche consecutiva, en protesta contra el régimen islámico y su presidente reformista, Mohammed Jatami, acusado de "traicionar las esperanzas de cambio". Pese a las intimidaciones de los círculos islámicos del gobierno y el accionar policial, los estudiantes, corazón de la resistencia, mantuvieron la protesta callejera, en la ola de manifestaciones más importante en varios años. Las autoridades, a la defensiva, prometieron el arresto de los militantes islamitas responsables de las agresiones contra los estudiantes reformistas. Sin embargo, el grupo sindicado como autor de los ataques goza de la protección de la Justicia y del hombre fuerte del régimen islámico, el líder supremo o guía espiritual Alí Jamenei.
Las manifestaciones "son el inicio de la expresión del pueblo hacia un Irán libre. Pienso que la libertad es un poderoso incentivo. Pienso que un día la libertad prevalecerá", expresó por su parte el presidente de Estados Unidos, George W. Bush.
Prometen arrestar islamitas
Las autoridades universitarias manifestaron que las universidades fueron ocupadas por agentes desarmados para impedir nuevos enfrentamientos entre estudiantes y milicianos fundamentalistas, que constituyen el brazo armado de los conservadores que apoyan a líder supremo iraní, el ayatollah Alí Jamenei.
El Ministerio del Interior iraní prometió ayer arrestar a los islamitas responsables de los ataques contra estudiantes que desde el pasado martes protestan en Teherán para pedir la realización de un referéndum sobre el futuro político de Irán, según la agencia de noticias estudiantil iraní Isna.
El director general del Ministerio del Interior, Ali Baqeri, pidió la cooperación de la policía y la Justicia para combatir a los islamitas -pertenecientes al grupo Ansar Hizbollah y leales al líder supremo ayatollah Alí Jamenei- sospechados de ser la principal fuerza tras los violentos enfrentamientos con estudiantes y funcionarios reformistas.
Miembros de Ansar liderados por el dirigente islamita Saaid Asgar atacaron a los estudiantes en la universidad de Teherán y al menos diez resultaron heridos de gravedad. Asgar, condenado por el intento de asesinato del líder reformista Saaid Hajarian hace tres años, fue arrestado después. Aun así los islamitas tienen el apoyo del Poder Judicial, administrado por clérigos musulmanes, y por eso se suele considerar que están por sobre la ley. Los tribunales, en cambio, son muy severos con los estudiantes reformistas y sus aliados.
Las protestas de la semana pasada que se prolongaban ayer fueron las más expresivas contra el régimen iraní en años. Había indicios de que inclusive se expandieron hacia el sur del país, donde se coreaban cánticos antigubernamentales contra líderes islámicos, lo que llevó al arresto de algunos manifestantes, indicó Irna.
La Casa Blanca había denunciado el sábado la actitud represiva de las autoridades iraníes hacia las manifestaciones, y pidió al gobierno de Teherán que libere a los detenidos. En respuesta, el Ministerio del Exterior iraní acusó a EEUU de "flagrante interferencia", en los asuntos internos iraníes, y el ministro de la Universidad y la Ciencia, Mostafá Moin, aseguró que las masivas manifestaciones fueron "un complot del principal enemigo de Irán, EEUU".Teherán acusó a Washington de alimentar "la propaganda anti-iraní" al apoyar a las emisoras de televisión y radio que administran los opositores iraníes en Norteamérica.