Sin lugar a dudas Gimnasia está pasando por unos de sus mejores momentos de los últimos años. Primero le ganó a Estudiantes, hace siete días superó con justicia a Jockey Club y ayer venció a Duendes 19 a 16 privándolo del invicto y dejando un claro mensaje: para ganarle hay que sudar demasiado.
Está claro que este presente gozoso no es casualidad. Los mens sana encontraron el equilibrio justo en sus líneas y trasladan a la cancha lo que practican durante la semana.
Ayer demostraron una vez más tener un equipo compacto, muy unido y por sobre todas las cosas que sabe lo que quiere y no se desespera por conseguirlo. Un grado de madurez (a pesar de que el equipo es muy joven) que hace pensar que, de seguir por esta senda, está para grandes cosas.
Tanto Gimnasia como Duendes mostraron intención de jugar desde el arranque, pero el mayor volumen de juego de los mens sana hizo que con el correr de los minutos fuera teniendo dominio territorial y posesión de la pelota. Aún así, los primeros cuarenta minutos fueron, en línea generales, bastantes parejos ya que ambos se cuidaron demasiado de su rival.
Los auriazules insistieron con la ofensiva pero le faltaba la puntada final para desnivelar. Y en pleno frenesí por herir, se encontró en los minutos finales del primer tiempo con un try en contra. A los 40' Duendes defendía con uñas y dientes uno de los tantos embates mens sana, estaba jugado en ataque cuando sobrevino el error. Molina intentó un kick al rastrón para burlar la marca pero ésta le adivinó las intenciones y con una contra letal no desaprovechó la chance.
Herido en su orgullo no se amilanó y siguió buscando y antes de que Ponce de León bajara el telón, descontó con un penal.
En el complemento GER siguió teniendo más dinámica que su rival y también más dureza en el pack de forwards, que llegaba más rápido y con más gente a las formaciones, pero le faltó definición.
Duendes, en la vereda de enfrente, deambulaba por la cancha y en situaciones propicias para sumar, equivocaba las decisiones. Buscó insistentemente la solución en el line, formación con la que nunca logró prosperar. Además le faltó esa vocación ofensiva que históricamente tuvo. Con este panorama el desenlace caía por su propio peso.
A la media hora de juego un nuevo penal de Molina (autor de todas las conquistas mens sanas) puso a Gimnasia a tiro. El 13-12 abrió un interrogante que los auriazules se encargaron de cerrar.
Con habilidad y oportunismo, Molina enmendó el error del primer tiempo y apoyó el try que desató la locura mens sana. El partido no se les podía escapar. Sin embargo Duendes salió a quemar la poca pólvora que le quedaba. Descontó e incluso estuvo a punto de empatar el partido en la última jugada pero no lo consiguió y resignó el invicto con la pitada final del tucumano.
Los dirigidos por Bossicovich y Galay ganaron en buena ley siguen trepando en la tabla y no extrañaría que termine bien alto ya que superados los rivales de fuste es improbable que tenga inconvenientes en las fechas que restan. Los números hablan su idioma. Hoy por hoy están a tres puntos de su vencido, compartiendo el segundo lugar con Jockey aunque con un partido menos, que saldará el jueves a las 21.30 cuando enfrente a Universitario en Santa Fe. Y por lo visto, va por más.
El resto: garra corazón y tries
El torneo se está poniendo al rojo vivo. La tabla de posiciones y los distintos marcadores que se van sucediendo fecha a fecha no hacen más que avalar esta aseveración: Ya no hay más resultados cantados.
La octava fecha se abrió el sábado con el triunfo de Logaritmo sobre Universitario por 30 a 28. Por cómo venía jugando el equipo de Las Delicias para muchos fue sorpresa, pero también es cierto que los matemáticos este año están en franca recuperación.
Jockey Club, en su cancha de las Cuatro Hectáreas, volvió al triunfo. Venció ajustadamente a Estudiantes de Paraná por 29 a 25 (4-1).
En la capital provincial, Universitario de Santa Fe (rival de Gimnasia el próximo jueves) superó a Los Caranchos por 25 a 18 (5-1). Crai, en tanto, no tuvo piedad con el alicaído Old Resian. Le marcó siete tries superándolo finalmente por 46 a 32 (5-1).
Santa Fe Rugby fue el protagonista de la goleada de la fecha. Apabulló a La Salle Jobson 85 a 3 y al igual que Universitario de Santa Fe y Crai busca su lugar entre los octeto de arriba.
En el Regional de Ascenso, Provincial sigue marcando el camino. El conjunto albirojo ayer venció a Regatas 18-0 (4-0) y sigue liderando la tabla, ahora con 33 puntos. En los restantes encuentros, Tilcara venció a Universitario (Concepción) por 34 a 10 (5-0) y Charoga a Rowing 11 a 10 (4-1)
La Ciudad
