Zulemita conoció a su flamente esposo el año pasado en Miami, mientras tomaba sol en la pileta del edificio Majestic, donde los dos tienen un piso. Bertoldi dirige en esa ciudad estadounidense una sociedad inmobiliaria y Zulemita reside también allí, en el lujoso barrio Bel Harbour. Bertoldi conquistó a Zulemita con las rosas: un día le enviaba rosas blancas, el siguiente rosas amarillas, el día después rosas rojas, hasta que ella se rindió, cuentan los amigos del novio. "Paolo es muy trabajador y además es una persona fascinante y sensible", comentó una conocida. Para poder estar con él, Zulemita dejó al empresario brasileño Pedro Valente, quien fue su novio durante más de dos años. Ahora, Zulemita puede dejar atrás los acontecimientos que marcaron a fuego su vida: la separación de sus padres, el fatal accidente de su hermano Carlos y el reciente casamiento de su padre, que le provocara un rechazo tan vivo que la llevó a oponerse que celebrara la ceremonia en La Rosadita, la mansión que el ex mandatario construyó en Anillaco. En el medio ha quedado también la etapa en que ocupó prácticamente el lugar de primera dama del país. El novio, Paolo Bertoldi, al darse cuenta de que se casaba con la hija de un ex presidente tan controvertido como Carlos Menem, quiso una boda sin prensa, sin fotógrafos, sin glamour, en medio de la máxima discreción. Según algunos paparazzi, anteayer el novio intentó despistar a los cronistas indicando que el casamiento sería el domingo y no el sábado. Además, aprovechando el hecho de que ambos viven en el exterior, para mantenerse en el anonimato los novios lograron que la comuna evitara anunciar en su cartelera pública el día y el lugar de la celebración del civil, algo que en Italia es obligatorio. Bertoldi, un ingeniero de 1,92 metro de altura, trabaja en el rubro inmobiliario y que también exporta aceites y pastas De Cecco (una de las mejores marcas italianas).
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