Año CXXXVI
 Nº 49.873
Rosario,
domingo  15 de
junio de 2003
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El ex presidente no asistió a la sencilla ceremonia del matrimonio por civil
Se casó en Italia Zulemita Menem
El novio, el empresario Paolo Bertoldi, eligió la exclusiva localidad de Santa Margarita Ligure para el enlace

Con una sobria ceremonia se realizó ayer la boda de la hija de Carlos Menem, Zulemita Menem, con el empresario italiano Paolo Bertoldi, en la elegante localidad de Santa Margarita Ligure, ubicada en la costa italiana de Liguria.
Vestida con un traje de boda blanco, con un velo largo como cola y un ramo de rosas blancas, Zulemita, de 32 años de edad, quien se veía radiante y alegre, contrajo matrimonio civil con el joven empresario italiano de 43 años, perteneciente a la dinastía de la familia propietaria de la fábrica de pastas y aceites de oliva De Cecco, una de las más conocidas y prestigiosas del país.
Zulemita, que según indiscreciones de prensa había escogido el sugestivo promontorio de Portofino, al que se accede sólo desde Santa Margarita Ligure, por un camino de unos 8 kilómetros, decidió finalmente casarse en la Villa Durazzo, una mansión del siglo XVII restaurada recientemente y rodeada de un inmenso jardín a la italiana con vista sobre el golfo del Tigullio, al noroeste de Italia.
"Estoy muy orgulloso de celebrar este matrimonio y de que se haya finalmente escogido Santa Margarita Ligure y no Portofino, aunque no tenemos alguna rivalidad, puesto que las dos localidades son pequeñas y hermosas", aseguró el alcalde de Santa Margarita Ligure, Angelo Bottino, quien presidió la ceremonia.
Debido al calor bochornoso que azota desde hace una semana toda Italia, con temperaturas que alcanzan los 40 grados, el matrimonio se llevó a cabo en las horas de la tarde, hacia las seis (13 hora de la Argentina), para que las altas temperaturas no afectaran a los aproximadamente cuarenta invitados, la mayoría argentinos.
Acompañada por su madre, Zulema Yoma, quien se divorció en 1995 de Menem, y del novio, quien estaba vestido con un traje completo cruzado oscuro, con chaleco y camisa blanca, el matrimonio de Zulemita no contó con la presencia del controvertido y poderoso ex presidente argentino, ni de personalidades políticas o mundanas italianas, según pudo constatarse.
Tras la breve ceremonia de aproximadamente media hora, celebrada en el segundo piso de la mansión renacentista, adornada sobriamente con flores y la tradicional alfombra roja y a la que no tuvo acceso la prensa, los esposos se asomaron al balcón para el tradicional beso.
Zulemita, de 32 años, es del rito musulmán y Bertoldi, de 43 años quien es católico, se casaron solo por civil en el salón Belvedere del segundo piso de Villa Durazzo, propiedad del municipio de Santa Margarita Ligure.
Ese lugar, que junto a Portofino es uno de los más exclusivos del jetset internacional, permaneció desde el viernes último con sus calles cerradas al tránsito con una presencia importante de fuerzas de seguridad, en particular empeñados a mantener a distancia a paparazzis y curiosos.
Los novios estuvieron alojados en el cercano hotel Miramare a la espera de la ceremonia, que fue sencilla y que estuvo de alguna manera marcada por la ausencia del padre de la novia, lo que confirma las relaciones tensas que mantienen ambos desde su boda con la ex Miss Universo, la chilena Cecilia Bolocco, quien está embarazada.

Un beso para Argentina
Al finalizar la ceremonia, en el espléndido jardín los nuevos esposos concedieron algunos minutos a la prensa y Zulemita envió un beso a Argentina a pedido de los fotógrafos argentinos.
Al contrario de lo que algunos enviados de prensa temían, el matrimonio se desarrolló con discreción y tan sólo tres policías a la entrada del parque de la Villa dirigían el poco tráfico y unos pocos carabineros prestaban servicio.
A los escogidos invitados les fue ofrecida una elegante recepción servida en los jardines de la Villa Durazzo, que perteneció a varias familias nobles italianas a lo largo de los siglos, y que ahora es propiedad de la alcaldía.
Los afortunados esposos podrán gozar desde ese lugar de uno de los atardeceres más espectaculares, con luna llena, de la península italiana. (AFP)



Zulemita y Bertoldi dieron el sí en Villa Durazzo.
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