¿Qué es el Alca? ¿Su formación favorecerá a los argentinos o no? El Area de Libre Comercio de las Américas (Alca) estaría conformada por una zona sin barreras arancelarias desde Alaska a Tierra del Fuego. Es decir que con su creación se establecería la libre circulación de capitales y mercaderías en 34 países de América, excepto Cuba.
Visto hasta aquí con el acuerdo multilateral se crearía un gran mercado común en el que todos sus integrantes obtendrían ganancias y mejorarían su economía. Sin embargo, hasta que no terminen las negociaciones que determinan los puntos claves del tratado, sobre los cuales muchos países todavía discuten, la verdad sobre el asunto está por verse.
Uno de los temas que estuvo sobre el tapete los últimos días fue si Argentina negociaría, de ahora en adelante, el tratado del Alca sola o si lo haría en bloque junto a sus compañeros del Mercosur (Brasil, Paraguay y Uruguay). En ese sentido, el encuentro que mantuvo Néstor Kircher con el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, a mitad de semana echó por tierra la primera opción. Los mandatarios dejaron en claro que el bloque trabajará unido para enfrentar juntos los desafíos que se presentan en las negociaciones del Alca.
No obstante, hace unas semanas el representante de Comercio de Estados Unidos, Robert Zoellick, visitó Brasil y allí desalentó la idea de lograr un acuerdo 4 más 1, Mercosur más Estados Unidos, que impulsa el bloque sudamericano como una alternativa para caminar más rápido hacia el acuerdo multilateral.
Anteriormente, la propuesta de EEUU para empezar a negociar el Alca se había dividido en tres grupos de países, a cada uno de los cuales se les ofreció diferentes programas de desgravaciones arancelarias.
La semana pasada, el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, visitó Argentina y mantuvo una larga conversación con Kirchner donde le expresó "el interés de su gobierno" en que se pueda firmar el tratado del Alca dentro de los dos próximos años, es decir dentro de las fechas previstas para negociar el acuerdo. Powell señaló que su gobierno trabaja "con los amigos del hemisferio para lograr una zona de libre comercio", tal cual lo indican los acuerdos previos del Alca.
En ese sentido, el vicepresidente Daniel Scioli, afirmó que los argentinos "no tenemos que tener ningún miedo al mayor intercambio comercial" y la apertura de la economía al referirse a los tratados de libre comercio como el Alca, porque ese tipo de acuerdos "nos va a beneficiar".
"Es obvio que la Argentina, por la diversidad que tiene nuestro país, por el potencial productivo, no tenemos que tener ningún miedo al mayor intercambio comercial con el mundo", destacó Scioli. Sin embargo, aclaró que la apertura económica que impulsan EEUU se debería concretar cuidando que las inversiones en el país sean productivas y no especulativas.
"Necesitamos inversiones productivas que generen empleo y para eso tenemos que tener reglas de juego claras y seguridad jurídica", agregó el vicepresidente.
Scioli sostuvo que Argentina también debe priorizar sus relaciones con Brasil y fortalecer el Mercosur, aunque dejó en claro que no hay que descuidar lo que pasa con el resto de América y en particular estar atentos a lo que pase con Chile y Estados Unidos.
Hoy en día, el continente americano representa para Argentina una importante opción en materia de comercio exterior, ya que el 58% de las exportaciones y el 54% de las importaciones argentinas tienen como destino u origen países americanos. De ese porcentaje de exportaciones, 29% del total se destina al Mercosur, en tanto el 29% restante se divide casi en proporciones iguales entre Estados Unidos, Canadá y México que integran el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Nafta) y los del resto de América. En materia de importaciones, un 29% del total proviene del Mercosur, un 21,5% de los países del Nafta y sólo un 3,6% de los países del resto.
Las exportaciones
El gobierno sostiene que resulta evidente que una negociación global y equilibrada, tendiente a la remoción de obstáculos al libre comercio, puede ayudarnos en un aumento significativo de las exportaciones, un incremento de la competitividad de los productos argentinos, una diversificación del comercio exterior y una mejora en la calificación nacional como país receptor de inversiones extranjeras.
El Alca entró en su último proceso de negociación en noviembre de 2002, momento en que Estados Unidos y Brasil pasaron a compartir la presidencia de la mesa de discusión, y cuyo final está previsto para diciembre del 2005. La idea original es que si se logra acordar una zona de libre comercio desde Alaska hasta Tierra del Fuego, durante todo el 2006 los 34 países americanos puedan aprobar la iniciativa para que entre en vigencia al año siguiente.
Las negociaciones están estancadas y, por eso, el gobierno de Estados Unidos convocó la semana que pasó a una reunión de ministros de Economía de todo el continente, en busca de destrabarlas. La propuesta que los representantes de ese país pusieron sobre la mesa, y que fue bien vista por Argentina y Brasil, es abrir un "paraguas" sobre los temas más controvertidos, como los subsidios estadounidenses a su producción agrícola, avanzar en los temas que haya más posibilidad de acuerdo, y el resto derivarlos a la discusión en la órbita de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Una mención aparte merece el reciente Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Chile y Estados Unidos. Aunque el acuerdo fue recibido con bombos y platillos, algunos analistas advierten que se proyecta como una amenaza para el desarrollo del país y sus vecinos latinoamericanos. Todo indica que Argentina debe estar atenta a esta situación si es que no quiere que un futuro acuerdo con Estados Unidos derive en estos problemas en lugar de lograr beneficios para el país.
Chile y EEUU firmaron el tratado que, según se estima, a partir de 2004 eliminará los gravámenes al 85% del intercambio comercial entre ambos países, que el año pasado fue de 6.232 millones de dólares.
Sin embargo, los productores agrícolas chilenos no serán favorecidos en la primera etapa del TLC y lo mismo puede ocurrir en América latina con el Alca. EEUU se niega a discutir el capítulo agropecuario en las negociaciones para formar la zona de libre comercio. Hasta el momento los productores estadounidenses reciben subsidios y esto jugaría en contra de los productores de otros países que quieren ingresar sus productos al país del norte.
Asimismo el TLC podría bloquear exportaciones de Argentina a Chile por unos 360 millones de dólares, según un informe del Centro de Estudios Internacionales del Ministerio de Relaciones Exteriores.
El gobierno chileno informó que con el acuerdo crecerá un 1% de su Producto Bruto Interno (PBI), pero algunos analistas sostiene que la pérdida de los ingresos por los aranceles que dejarán de cobrarse serán alrededor de 400 millones de dólares y que el Estado compensará esta baja subiendo el IVA u otros impuestos.
En cuanto a la cuestión agrícola, los responsables de Agricultura de los países del Mercosur exigirán que sea parte de las negociaciones del Alca, en lugar de supeditar esta discusión a la OMC como pretende Estados Unidos.
En busca de un impulso
Por otra parte, el país del norte espera ansiosamente la reunión ministerial que se realizará en noviembre próximo en Miami. Estados Unidos quiere que el encuentro se convierta en un motor impulsor de las negociaciones del Alca y así cumplir el plazo fijado por Washington para comenzar a aplicar el acuerdo. Para analizar cómo hacer este encuentro la oficina del Representante Comercial de Estados Unidos realizó una reunión a fin de la semana pasada.
El ministro de Economía, Roberto Lavagna y el vicecanciller, Martín Redrado, participaron del encuentro en el que Estados Unidos propuso a los países que negocian el Alca la firma de un acuerdo marco o "baseline-agreement" donde se incluyan sólo algunos temas a nivel regional y se deriven otros para resolverlos en la OMC.
Según fuentes de la Cancillería argentina, los puntos que los Estados Unidos pretenderían tratar a nivel de la multilateral en la OMC serían derechos de propiedad intelectual y derechos antidumping, mientras que cuestiones como acceso a mercados, subsidios, compras gubernamentales, podrían quedar a nivel hemisférico.
La reunión ministerial tuvo lugar en el centro de convenciones Aspen Wye River, en una zona remota del Estado de Maryland donde se celebran eventos para los cuales se busca la mayor privacidad posible, y donde en la era Clinton tuvieron lugar rondas del proceso de paz para Medio Oriente. Muchos sostienen que gran parte de las negociaciones para pactar el Alca se han realizado en secreto, aunque este no sería el caso, y se sospecha que "algo" intentan ocultar a los ciudadanos de los países que formarán la zona de libre comercio.